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Hoy se cumplen veinte años de la moción de censura con la que PP y PSOE desbancaron el Gobierno Aberchán

Este 17 de julio se cumplen veinte años del desarrollo de la sesión plenaria en la que prosperó la moción de censura que los grupos de la oposición en la Asamblea de Melilla PP, UPM, PSOE y Grupo Mixto presentaron contra el gobierno que presidía Mustafa Aberchán en coalición con el PIM (Partido Independiente de Melilla) y el grupo GIL (Grupo Independiente Liberal). En aquel pleno se aupó a Juan José Imbroda a la Presidencia de la Ciudad Autónoma. Dos décadas después, el PP ahora en la oposición, tiende la mano al PSOE para alcanzar un pacto nacional que permita que CPM, salga del Gobierno de la Ciudad “porque está en peligro el futuro de Melilla”. La sesión plenaria de aquel 17 de julio de 2000 apenas si duró un cuarto de hora. La sesión transcurrió con absoluta normalidad, aunque con la ausencia de los diputados de la coalición gobernante y de dos de los cinco representantes del GIL. La votación reveló el apoyo de una importante mayoría a la propuesta de alternancia formulada por la oposición. No solo respaldaron la moción sus signatarios (PP, PSOE, UPM y Grupo Mixto) sino que se sumaron los gilistas David Lucia, Carmen Garcia y Juan Antonio Zarza. El texto de la moción de censura recogía entre sus motivaciones la “falta de transparencia” del Gobierno Aberchán, su “clientelismo político”, la “persecución” de los diputados de la oposición y el “incumplimiento pertinaz” del Reglamento de la Asamblea.

Pleno
Los diputados de la oposición llegaron al palacio de la Asamblea a las 9:00 de la mañana con la clara determinación de celebrar el pleno de la moción de censura. Había sin embargo un primer inconveniente y es que las puertas del salón de plenos estaban selladas con silicona y hubo que solucionar el problema prácticamente sobre la marcha. La duda sobre si se llevaría a cabo la moción de censura contribuyó a la normalidad. No hubo tanta expectación como inicialmente se esperaba. Apenas se registraron incidentes, más allá de algún momento de tensión por la labor de control que ejercían los funcionarios de la policía local en los accesos y algún militante de CPM protestó por la acción policial, pero quedó en mera anécdota.

En el salón verde los censurantes aguardaban la decisión del secretario general de la Ciudad Autónoma, Ventura Rodríguez, que desde un principio anuncia su predisposición a dar validez legal al pleno, porque, no en vano, el domingo había comparecido ante la titular del juzgado número dos y al parecer obtuvo su beneplácito. Esta postura provocó que el presidente accidental, Enrique Palacios (PIM) y socio de CPM, promulgaron un decreto con el fin de cesar al secretario en sus cometidos casi minutos antes de la hora fijada para el comienzo de la sesión, pero este intento por abortar la moción de censura no causó los efectos deseados. Ventura Rodríguez dio cumplimiento de la convocatoria cursada 10 días. A las diez de la mañana se puso en marcha el protocolo establecido para la sesión plenaria, como que hubiese quorum, la lectura del texto de la de la moción de censura por parte del secretario, intervención de los grupos parlamentarios. De los 25 escaños, sólo 9, correspondientes al ejecutivo de Aberchán y sus socios, quedaron vacíos.

La primera intervención correspondió al candidato alternativo para la Presidencia, el entonces upemista Juan José Imbroda, que fue muy breve: “Me ratifico en todos los extremos expuestos en la moción de censura”. Como su oponente Mustafa Aberchán no estaba, no hubo turno de réplica. Los portavoces del grupo mixto el PSOE la UPM y el PP fueron iguales de escuetos apoyando la propuesta. La votación se realizó in voce por orden alfabético de los diputados. No hubo votos en contra ni abstenciones. Los 16 diputados asistentes respaldaron la moción de censura y Juan José Imbroda, presidente electo, juró su cargo en presencia de la Asamblea y ponía punto y final a la etapa de gobierno de mostaza Aberchán.

Tanto el PIM como CPM consideraban que la sesión plenaria había sido ilegal, aunque Imbroda fue ratificado, días después, por el Rey. Mustafa Aberchán resaltaba que lo más destacable de la crisis política culminada con la celebración del pleno de la moción de censura era que en la Asamblea de Melilla se había “instaurado unas argumentaciones propias del racismo institucional”, y por tal motivo anunció que se encontraba en Bruselas para, mientras se votaba la moción de censura, realizar una defensa del principio de igualdad ante el Parlamento Europeo.

Dos décadas
Dos décadas después de estos hechos, la composición de la Asamblea melillense es bien distinta, pero en opinión del PP, ahora en la oposición tras la coalición CPM, PSOE y Ciudadanos, se hace preciso renovar el espíritu de aquel año 2000 con la idea de que CPM salga del gobierno local.

De hecho, hace unos días Daniel Conesa, diputado local del PP aseguraba que “lo mejor para Melilla sería un pacto a nivel nacional entre el PP y el PSOE para sacar a CpM del Gobierno local, igual que hace 20 años, las dos grandes fuerzas políticas impulsaron una moción de censura para sacar a Mustafa Aberchán de la presidencia de la Ciudad”.

De hecho, afirmó que “el PP de Melilla estaría dispuesto a alcanzar un gran pacto nacional con el PSOE para desalojar a CpM del Gobierno de la Ciudad Autónoma”. “Hay un clamor popular mayoritario que reclama el fin del Gobierno presidido por De Castro, que no es más que una marioneta en manos de Mustafa Aberchán, el único diputado en activo condenado por corrupción política”, subrayó.

Asegura que “lo mejor para Melilla sería un pacto de largo recorrido a nivel nacional entre el PP y el PSOE, un acuerdo más necesario si cabe para sacar a CpM del Gobierno local, como hace 20 años alcanzaron las dos grandes fuerzas políticas que impulsaron una moción de censura para sacar a Mustafa Aberchán de la presidencia de la Ciudad, una ciudad que en estos momentos estás condenada al hundimiento”.
“CpM es más radical y antisistema que entonces, aunque se disfrace con piel de cordero. En estos instantes la situación de Melilla es mucho más grave que hace 20 años porque está en peligro su futuro, una ciudad que tiene un porvenir incierto desde el punto de vista económico y que continúa con la frontera cerrada”, advierte.

Conesa dejó claro que “en el PSOE hay muchas personas que no están contentas con los desprecios permanentes de sus socios de Gobierno y con los que no se sienten nada cómodos, aunque estén obligados a desmentirlo públicamente”. “CpM hace y deshace a su antojo en el gobierno, boicoteando lo que no le gusta si es necesario”, dijo.

El PP defiende la salida de CPM del Gobierno local
El Partido Popular sostiene que hace veinte años se dieron “una serie de situaciones excepcionalmente en la ciudad, que llevaron al PP y al PSOE a hacer un pacto de estado con sus directivas locales y nacionales, para desalojar al GIL que se había coaligado con CPM para gobernar Melilla, y lo que criticamos ahora es que la aritmética política descanse en algo tan poco éticamente democrático como que el presidente de la Ciudad sea Eduardo de Castro, un señor con un solo escaño; un señor que en las diferentes citas electorales ha perdido el 40% de ese apoyo del electorado”, indican fuentes del PP.

Al margen de “esta reprobable forma de usar la Presidencia de la Ciudad, estamos asistiendo de forma muy preocupante a la actuación de este gobierno”. “Estamos alarmados por las irregularidades, por la forma de intentar hacer borrón y cuenta nueva sobre proyectos de ciudad que estaban en marcha, haciendo tabla rasa, tirando por tierra el trabajo realizado, para hablar de poner en marcha otras acciones que tardarán años en poder ver la luz, cuando las soluciones tienen que venir ya”. “No se puede dar una patada a todo lo anterior y empezar de nuevo, cometiendo atrocidades e irregularidades muy preocupantes en los procedimientos que se están siguiente con relación a las políticas de este gobierno”, se insiste desde el PP.

Lo preocupante para los populares es que los melillenses tienen hoy en día “un gobierno desunido totalmente, enfrentado entre sí, que se hace la competencia a sí mismo, con miembros que se desautorizan entre sí, se pelean y que hablan mal entre sí unos de otros, y por todas estas cuestiones, mantenemos que se vuelven a dar las circunstancias, de forma muy similar, a las de hace veinte años que llevaron a la moción de censura”, se apostilla.

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Redacción

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