Aún se puede entender menos que parte de los objetivos de la visita de esta alto cargo de la Administración del Estado, gobernada por el PP, sea condecorar a una persona como Sergio Rodríguez, cuando la trama delictiva que ahora está saliendo a la luz, gracias a las investigaciones de otros guardias civiles, apunta a que el objetivo de dicha trama delictiva Salander era terminar con la situación política, y social, democráticamente establecida, o, dicho de otra manera, terminar con el gobierno del PP en Melilla, el del partido que ha nombrado Secretaria de Estado a doña Carmen Sánchez-Cortés
"El Estado es un mal necesario" y, por lo tanto, "sus poderes no deben multiplicarse más allá de lo necesario; toda persona debe tener derecho a vivir y el derecho a ser protegido contra el abuso del poder", decía Karl Popper. Es lógico que los hombres tengamos que pagar por la protección del Estado, en forma de impuestos directos e indirectos, pero a lo que no hay derecho es a tener que soportar en silencio humillaciones, y menos aún las que provienen de funcionarios prepotentes, de personas que abusan del poder que les hemos conferido y pagado.
Lo que ha ocurrido en Melilla durante los últimos años, lo que ahora se está empezando a conocer mejor gracias a lo que está saliendo a la luz pública a partir de lo del caso Salander, se puede resumir en una injusta persecución alegal de muchos ciudadanos melillenses, e incluso en la práctica ilegal de procedimientos prejudiciales diversos y atentatorios contra la dignidad de muchas personas inocentes, con el agravante de que han sido funcionarios públicos los que, abusando de su situación, han contribuido a tanta injusticia, tanto daño e incluso a terrorismos urbanos como el que se practicó contra el editor de este periódico, sin que haya habido manera, casi seis meses después, de que se supiera quién había sido el autor intelectual del atentado, que se produjo, por partida doble, pocas horas después de que nuestro diario publicara un extracto, el más suave, de unas declaraciones que habían realizado unos representantes de varios miembros de la Guardia Civil de Melilla. La única noticia que hemos tenido es que una fiscal ha actuado, "de oficio"… contra nosotros.
Nos alegra la visita hoy a Melilla de la Secretaria de Estado de Justicia, Carmen Sánchez-Cortés Martín. Esperamos que contribuya a mejorar el estado de la Justicia en nuestra ciudad, algo tan necesario como conveniente, pero no podemos comprender cómo viene, entre otras cosas, para participar en un homenaje a una persona, un empleado público, que ha sido, en buena parte, responsable del daño injustificado, con investigaciones increíbles y declaraciones sesgadas, que se ha hecho a tantos melillenses y a toda la ciudad en su imagen pública interior y exterior. Y aún se puede entender menos que parte de los objetivos de la visita de esta alto cargo de la Administración del Estado, gobernada por el PP, sea condecorar a una persona como Sergio Rodríguez, cuando la trama delictiva que ahora está saliendo a la luz, gracias a las investigaciones de otros guardias civiles, apunta a que el objetivo de dicha trama delictiva Salander era terminar con la situación política, y social, democráticamente establecida, o, dicho de otra manera, terminar con el gobierno del PP en Melilla, el del partido que ha nombrado Secretaria de Estado a doña Carmen Sánchez-Cortés. El PP, en Melilla y en el resto de España, ha dado numerosas muestras de tendencia al masoquismo, con altos cargos acostumbrados a ponerse de perfil, y sólo así se puede interpretar, ya que no comprender, que nada menos que una Secretaria de Estado de Justicia venga aquí a participar en el premio a quien tanto daño ha hecho al partido que la nombró y, en nuestra opinión y en la de muchos melillenses silentes y asustados, a quien tantas injusticias propició o permitió.
