Ahora el país atraviesa una situación de "impasse", producto de la incertidumbre que domina el panorama político, pero ¿cuánto tiempo podremos aguantar sin tener una línea clara sobre el modelo económico que impondrá el nuevo Gobierno para regir la economía española el próximo y decisivo cuatrienio? Las luctuosas noticias de los fallecimientos del cantante Manolo Tena y la divertida actriz Chus Lampreave daban paso ayer a los esperanzas que han producido en algunos hogares españoles el anuncio de que tanto a nivel nacional como local el paro ha vuelto a descender el pasado marzo.
A primera hora de la mañana nos enterábamos que las contrataciones de Semana Santa habían dado un nuevo empuje al empleo y, en consecuencia, el número de parados registrados en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo descendió el pasado mes en 58.216 personas. Si le sumanos que en el mismo período de tiempo la Seguridad Social ganó 138.086 afiliados, según datos publicados por el Ministerio de Empleo, el resultado fue que el número total de parados se ha situó en 4.094.770 y el de afiliados a la Seguridad Social en 17.305.798.
La información oficial incide que en los últimos doce meses el desempleo ha disminuido en 357.169 personas. Así, el paro registrado mantiene su ritmo interanual de reducción en el entorno del 8% y para rematar la buena noticia, por regiones, el paro bajó en todas las comunidades autónomas, incluída por supuesto Melilla. En la Ciudad Autónoma Esther Azancot, directora Provincial del SEPE en Melilla anunciaba la evolución del paro registrado en la Ciudad de Melilla en el mes de marzo en relación con el mes anterior, “ha habido un descenso en 41 demandantes de empleo” y en relación con el año anterior, el descenso es de 645, lo que supone un porcentaje de descenso mensual del 0,35% y un porcentaje de descenso anual del 5,23%.
También los datos de afiliación daban un ciertos respiro porque la variación respecto del mes anterior,era de un aumento de 89 afiliados (+0,42%) y la tasa interanual de afiliación media producía el dato absoluto de un aumento de 441 afiliados y el dato relativo de un aumento del 2,09%.
Cifras que no arrojan resultados espectaculares pero que, al menos, inciden en la tendencia, lenta eso sí, pero positiva, hacia una recuperación por todos deseada. Para el presidente de la Ciudad las cifras son coyunturales, sobre todo teniendo en cuenta que ahora los planes de empleo han finalizado, aunque Imbroda considera que la situación mejoraría sensiblemente con dos grandes proyectos, la ampliación del Puerto y el nuevo paso fronterizo.
Ahora el país atraviesa una situación de “impasse”, producto de la incertidumbre que domina el panorama político, pero ¿cuánto tiempo podremos aguantar sin tener una línea clara sobre el modelo económico que impondrá el nuevo Gobierno para regir la economía española el próximo y decisivo cuatrienio?. Y nos preguntamos, ¿serán las soluciones propuestas por un partido antisistema como Podemos las que nos saquen de la difícil situación por la que atravesamos?
El objetivo de Podemos es que el gasto público aumente en 96.000 millones en cuatro años para que se quede, en porcentaje de PIB, tal y como está: en el 43,3% del PIB. Algo inviable, tal como señalaba “Expansión”, tan sólo si se tiene en cuenta que, según distintos servicios de estudios, el aumento de la riqueza de España rondaría los 100.000 millones hasta 2019. Es decir, que todo el incremento del PIB del país del próximo cuatrienio tendría que ser generado por el sector público para que fuera factible la hoja de ruta de Pablo Iglesias. Por tanto, el plan de la formación de izquierdas -que pretende elevar el gasto en 23.000 millones cada año- tampoco tiene en cuenta las consecuencias sobre la economía de sobredimensionar la administración. Disparar el gasto provoca una reducción del ahorro y, por lo tanto, de la inversión del país. También dispararía los precios de consumo. Las consecuencias serían preocupantes: un aumento del paro y de la desigualdad. Si a eso añadimos que el plan de Iglesias, además, plantea saltarse la normativa europea. ¿Es viable el programa económico de Podemos?.
