El debate organizado por la Cámara de Comercio sobre el futuro fiscal de Ceuta y Melilla ante la unión aduanera de la CEE, abarcó todos los aspectos políticos y económicos que rodeaban el tema y que suscitaban una permanente polémica entre la conveniencia o no de integrarnos en el régimen aduanero comentario o continuar con nuestras especificidades fiscales como puerto franco. Surgieron dos sectores: por un lado la Cámara defendiendo las características de puerto franco, y de otro, los funcionarios del Gobierno, que apostaban por entrar en el régimen aduanero.
La Oficina del Ciudadano, tenía previsto mediar en el conflicto que se había suscitado tras el anuncio de la privatización del servicio de aguas. Aún así, el concejal responsable se decantaba por la gestión indirecta.
