Gustavo Cabanillas apuntaba que en el momento que Gaselec dispusiera de los trámites burocráticos precisos, instalaría en el perímetro fronterizo una torre para estudiar, a lo largo de varios meses, la potencia y fluctuación del viento en la ciudad. Se trataba de un paso previo para emprender el desarrollo de un campo de energía eólica en Melilla.
El comandante general, Juan Manuel Bada, presidía el acto de del paso de poderes de Alfredo García-Prieto a Emilio Moreno, coroneles saliente y entrante, respectivamente, del Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara número 10.
El obispo de Málaga y Melilla pedía que al término de cada misa se rezara una oración solicitando lluvia para acabar con la fuerte sequía que azotaba al país.
