La Fiscalía solicitaba en su escrito de conclusiones provisionales tres años de cárcel e inhabilitación especial por cinco años para los ocho ingenieros acusados de la rotura del depósito ocurrida en Melilla en 1997 y que provocó una riada de agua que causó la muerte a doce personas y heridas de diversa consideración a otras 56. El Ministerio Fiscal consideraba a los ocho imputados coautores de once delitos de homicidio por imprudencia grave y profesional, de un delito de aborto causado por imprudencia, de 28 delitos de lesiones por imprudencia grave y profesional y de trece delitos de daños por imprudencia, al tiempo que concluía que el reventó se produjo por defectos de construcción.
El conductor de un todoterreno resultaba herido tras precipitarse su coche al cauce del río.
