Los contratos de libre designación y de cooperativas de limpieza seguían siendo el centro del debate político en aquellos días. La polémica se alimentó el día anterior con nuevas aportaciones, procedentes tanto del Gobierno como de la oposición, así como la protesta de empleados en las obras de emergencia de la Cañada de Hidum, que no dudaron en exigir la continuación de sus contratos, a punto de finalizar. Por otra parte, la huelga en la Ciudad Autónoma quedó desconvocada tras el acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos. Asimismo, la Unión del Pueblo Melillense expresó sus reservas sobre la adjudicación provisional de la explotación y mantenimiento del Fuerte de Rostrogordo a Solimel S.L., la empresa constituida por la asociación de minusválidos 'Solidaridad'.
