El senador del PP Carlos Benet, manifestaba que Ignacio Velázquez debía abandonar su acta como diputado local en la Asamblea de Melilla una vez se recibió la sentencia, que no era firme, que le inhabilitaba durante seis años por haber incurrido en un delito de prevaricación al convocar de forma urgente el pleno en el que debatir la moción de censura que el PSOE, entre otros grupos, le presentó en el año 92. Carlos Benet había testificado a favor de Velázquez en el juicio que se siguió por este caso. El Gobierno de Aberchán señalaba que las declaraciones de Benet ponían de manifiesto la división que existía en el PP en esos momentos.
Precisamente Aberchán firmaba los decretos por los que ampliaba en 8 el número de miembros de su equipo, siete del GIL y uno del PIM.
