Pero fueron las Jornadas Gastronómicas que se iniciaban en los restaurantes de la ciudad para continuar con el café y la copa en las cafeterías y pubs o la Ruta del Tapeo en torno a los bares, las que alcanzaron una notable popularidad. Son muchos los melillenses que no han borrado ni quieren hacerlo el recuerdo de aquella primera, y ya mítica, discoteca melillense “Hornabeque”, ubicada en el foso del mismo nombre que abrió sus puertas a finales de los 60 de la mano del, por entonces militar y empresario, Rafa Jiménez y su socio, un jovencísimo Guillermo Benet al que ayer rindieron sus compañeros de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Melilla, de la que es presidente honorífico, un sencillo pero no por ello menos emotivo homenaje, con motivo del almuerzo que anualmente reúne a los profesionales del sector. Un reconocimiento a una larga trayectoria que en hostelería alcanzan muy pocos, tan sólo los realmente profesionales como es el caso de Guillermo Benet que desde aquella década ha tenido un presencia continuada en un ramo vital para la economía local y que constituye un pilar importante en la creación de empleo en la ciudad.
En la memoria de muchos, aquel Mesón del Botijo, su segundo negocio, así como la sala de fiestas “El Torreón” situada también en los recintos históricos de la ciudad, por la que pasaron muchos personajes conocidos que visitaban la ciudad para participar en aquellas Semanas de Cine en su primera y esplendorosa etapa, como. Lola Flores con su hija Lolita, por entonces empezando su carrera musical, la melillense Mercedes Vecino, Sancho Gracia, Blanca Estrada, Nadiuska, Mirta Miller, entre otras actrices y actores de la época. Noches inolvidables en una discoteca, que dio paso al actual Restaurante La Muralla, de cuyas paredes cuelgan fotografías de políticos nacionales de primerísima fila, de los últimos gobiernos democráticos, así como de miembros de la familia real española.
Ayer se reconoció al margen de la dilatada trayectoria empresarial del melillense, su mandato próximo a una década en la AEHME, donde algunos de sus logros como los importantes descuentos en la cuota de la Seguridad Social para los empresarios de la hostelería local o la rebaja en el IVA, todavía persisten. Pero fueron las Jornadas Gastronómicas que se iniciaban en los restaurantes de la ciudad para continuar con el café y la copa en las cafeterías y pubs o la Ruta del Tapeo, en torno a los bares, las que alcanzaron una notable popularidad. Unas iniciativas, las de Guillermo Benet, que contaban con el respaldo de la Ciudad Autónoma y, en concreto, con el apoyo de la, por entonces, responsable del área de Turismo, Comercio y Festejos, Carmina San Martín. Un acertado apoyo institucional a la hostelería melillense por tratarse de un colectivo generador de riqueza en la economía de una ciudad donde la industria y agricultura brillan prácticamente por su ausencia, lo que hace que el comercio, la hostelería y el área de servicios en general adquiera una mayor relevancia como elemento generador de empleo local.
Por tanto, un merecido reconocimiento a un melillense profesionalmente incansable y a nivel personal muy querido y apreciado en la ciudad.
