La Asociación Ecologista Guelaya ha terciado en el problema del agua que se ha producido en la ciudad estas últimas semanas, con continuos cortes por una importante avería en la desaladora. A pesar de los fuetes enfrentamientos que ha mantenido con Hassán Mohatar, en esta polémica le exime de responsabilidad. Guelaya ha asegurado que “la responsabilidad directa de las previsiones de consumo, de la calidad del agua, de afrontar las averías y de tener un plan de suministro alternativo en caso de problemas con la desaladora o con los acuíferos, es de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), concretamente de sus responsables en Melilla”, un organismo que depende del Gobierno de la Nación que preside Pedro Sánchez.
Al respecto, ha subrayado que “la Consejería de Medio Ambiente, por mucho que tenga un lógico interés en que no haya fallos en el suministro de agua, no tiene responsabilidad directa en el mismo. Otra tema -ha añadido- sería su competencia en disminuir el consumo desorbitado de agua en nuestra ciudad”.
Por tanto, para los ecologistas melillenses la responsabilidad directa es de la confederación y va más allá: “La sede de CHG en Melilla está en los pinares de Rostrogordo, en el edificio faraónico que levantaron junto al pantano de Las Adelfas’.
Guelaya ha explicado que para afrontar problemas de suministro en caso de averías se construyó el pantano de Las Adelfas. Sin embargo, ha denunciado que se ha tratado de “un fiasco desde el principio, ya que, tal como está hecho no puede, por normativa internacional, que España respeta, llenarse del todo nunca”.
En este sentido, ha advertido que si el pantano se llenara de agua “y hubiese, por el motivo que fuese, una avalancha de agua saliente del pantano, ésta desembocaría a través del arroyo Tigorfaten en Marruecos, donde no tenemos competencias de previsiones de desastres, y cualquier daño causado sería responsabilidad de España”.
Por ello, ha explicado que el pantano de Las Adelfas no puede llenarse del todo pero sí puede hacerse en una parte. Ha añadido que el agua que debería llegar al pantano provendría del subálveo del río de Oro, de los acuíferos (que no deberían tocarse, porque están sobreexplotados) y, si fuera necesario, de la desaladora. “Tener siempre el pantano medio lleno sería nuestra válvula de seguridad para los posibles cortes de la desaladora en los temporales de levante” ha aseverado.
Pero lo cierto, ha admitido, es que el pantano casi siempre ha estado muy escaso de agua, al parecer por continuos fallos en la estación de bombeo y por el mal mantenimiento de las instalaciones, y no está sirviendo para lo que fue concebido. Incluso en épocas de abundantes lluvias ha estado medio vacío. ‘Los responsables de la CHG en Melilla deberían explicar por qué no son capaces de mantenerlo con agua” ha remachado.
