La Guardia Civil ha intervenido algo más de 45 kilos de hachís en el puerto de Melilla, concretamente en dos vehículos que pretendían embarcar rumbo a la península en los últimos días. Sus conductores, dos ciudadanos marroquíes con residencia en Alemania y Melilla, fueron detenidos como presuntos autores de delitos contra la salud pública, y han sido ingresados en prisión provisional tras ser puestos a disposición judicial. Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil en una nota de prensa, la primera de estas dos actuaciones contra el narcotráfico tuvo lugar el pasado sábado, durante el preembarque del buque que salía al mediodía hacia Almería. El perro detector de drogas marcó indicios de que una furgoneta Iveco Daily, con matrícula alemana, pudiera llevar sustancias estupefacientes.
Tras un registro minucioso, los agentes encontraron 92 paquetes de hachís que pesaban 29 kilos en total y que habían sido introducidos en el interior del depósito de combustible, que había sido modificado para poder transportar la droga oculta.
Su conductor, un marroquí de 39 años y residencia en Alemania, fue detenido e ingresado en prisión provisional. El mismo destino corrió el detenido por la segunda actuación que ha hecho la Guardia Civil en los últimos días contra el tráfico de drogas.
En concreto ocurrió este pasado lunes, en el preembarque del buque que partía a primera hora de la mañana hacia Motril. Como en el caso anterior, tras la señal del perro detector de drogas, los agentes hicieron un reconocimiento profundo que permitió localizar 15 kilos de polen de hachís distribuidos en 42 paquetes que habían sido introducidos en el interior de la rueda delantera.
Fue detenido su conductor, un marroquí de 49 años residente en nuestra ciudad.
La Guardia Civil ha evitado con estas dos actuaciones la distribución de 182.000 dosis de droga en el mercado ilícito de estupefacientes.
