Por la Federación de Montañismo y Escalada de Melilla (FMEM)
Las Federaciones deportivas son un instrumento indispensable para el fomento de la actividad física y deportiva en toda España y a nivel internacional. Caso contrario es el que ocurre en nuestra ciudad, por el trato recibido (“cuando existe”), hacia algunas Federaciones cuando intentan llevar a cabo su labor.
Es una gran frustración, la que hoy queremos compartir con los deportistas melillenses y el público en general. En nuestra ciudad existen Federaciones que tienen un trato sino preferente, al menos digamos que normal: Una atención constante y fluida con la administración local para desarrollar su trabajo.
Y luego estamos otras, como ocurre con la nuestra, que de manera injustificable, estamos constantemente siendo postergados e ignorados, limitando en gran medida la capacidad que tenemos de servir a nuestros deportistas, como es nuestra obligación. Y por cierto, la falta de atención y buen hacer de los poderes públicos, sean políticos o funcionarios.
Nos hemos enterado por la prensa que la Federación de halterofilia de Melilla va a tener un espacio para trabajar en el fuerte de Rostrogordo. Lo normal y propio y por lo cual nos alegramos enormemente.
Después de los desgraciados incidentes en su última sede, y de diferentes traslados que le han ido facilitando desde la Consejería de Deportes, llegan a la montaña de Melilla, al único entorno natural existente en la ciudad.
Se da la circunstancia de que ese espacio del Fuerte de Rostrogordo lo llevamos solicitando hace ya años desde la Federación de Montaña y Escalada de Melilla, que lleva 16 años dada de alta como entidad deportiva y que actualmente está dirigida por una Gestora. Porque la FMEM SÍ EXISTE, con miles de personas interesadas en alguno de sus deportes, aunque nuestra oferta intenten limitarla.
Es por este hecho que nos sentimos cuanto menos ignorados por una Administración, que en los últimos años no nos ha ofrecido ni una sola posibilidad de realizar cualquier acción bajo su paraguas, como seria lo normal.
Pero ni actividades suficientes ni sede, donde dar un adecuado servicio a nuestros numerosos deportistas. Para este último aspecto, las desaprovechadas instalaciones del Fuerte de Rostrogordo son ideales, al estar ubicadas en la única zona natural con algo de montaña de nuestra ciudad, motivo por el cual todos los eventos deportivos que tienen relación con la montaña se han realizado en los alrededores o han tenido el Fuerte como parte de recorrido. Y, por otro lado, allí se encuentra un rocódromo abandonado por la administración deportiva, que también llevamos años pidiendo su rehabilitación. Cuando el nuevo Gobierno entró, solicitamos formalmente en varias ocasiones los pequeños arreglos que hacían falta para poder empezar a usarlo y fomentar aún más el deporte de la escalada en nuestra ciudad.
Ni caso, como otras solicitudes a pesar de decirnos que eran razonables, viables y positivas. Ninguna se ha materializado a pesar de nuestra insistencia y ánimo positivo de colaboración todos estos años.
Así, después de varias y repetidas reuniones con el Sr. Consejero, y su Director General, e incluso con la presencia del Presidente nacional de nuestros deportes (la única federación con participación en juegos de Olímpicos de verano y de invierno, la primera en deportistas femeninas y siempre arriba en el número de licencias a nivel estatal), seguimos instalados en la desconsideración, ineficiencia y la desidia, cuando el interlocutor no es un una Federación de «primera».
Más que lógicamente no decimos que los deportistas de halterofilia no merezcan un sitio digno en el que desarrollar sus actividades, pero es bochornoso que otras federaciones lo tengamos tan difícil. O imposible.
Primero, para ser atendidos en la Ciudad Autónoma y por las direcciones generales en deportes, hay que pedir una cita que no es nada fácil conseguir. Si no te dan cita, como nos ha pasado, pues a esperar en un patio con sol o con lluvia donde prácticamente hay que
montar guardia para esperar que entren o salgan para poder preguntar por algún tema o pedir que por fin respondan a un escrito.
Y luego el trabajo continuo y sistemático que hay que tener con propuestas, para que finalmente no hagan caso de nada como ha ocurrido en el pasado año, quedándose encima de la mesa de la consejería diferentes pruebas y acciones deportivas que la FMEM podría haber ofrecido, y que no se perjudique a todos esos melillenses que cada año recorren nuestras zonas verdes y acuden a la península, para practicar su deporte.
Es incomprensible, es injusto y esperamos en este caso concreto que el nuevo Gobierno lo haga mejor, porque peor es imposible.
