FOTO JOSÉ MANUEL GINER
LA VALORACIÓN DE GONZALO GARCÍA
El entrenador del Melilla Sport Capital Baloncesto no pudo ocultar su “frustración” tras la derrota cosechada frente a un acertadísimo TAU Castelló.
Gonzalo García de Vitoria comenzaba su comparecencia de prensa, al término del encuentro del pasado viernes, felicitando al TAU Castelló porque hizo “un partido muy serio” y en el que tuvo “muchísimo acierto con 21 triples, que es algo increíble”. A este respecto, el técnico del Melilla Baloncesto hacía uso del refranero español para describir la situación de su equipo en las últimas jornadas y es que en la anterior semana encajaba veinte frente a Gipuzkoa. “Parece que a perro flaco, todo son pulgas”, afirmaba un abatido entrenador, que iniciaba su valoración del choque dejando claro que la palabra que definía el encuentro disputado por los suyos era “frustración”.
Ya entrando en más profundidad, el bilbaíno volvía a reiterar que su equipo, en este momento de la temporada en el que se está “jugando la vida”, demuestra en cada choque sus “grandes carencias”. No en vano, y como recalcó, los melillenses son “los peores en la faceta defensiva” y los que “más balones pierden” de la LEB Oro.
Sobre el partido en sí, el preparador del decano comentaba que hicieron “un buen primer cuarto que tuvo su continuidad en los cinco minutos del segundo”, pero el mismo cambió “en cuanto Alley se metió en el choque a base de triples y a partir de ahí ellos entraron en racha”.
También señalaba el hecho de que sus jugadores encajando 48 puntos al descanso sólo realizasen cuatro faltas, por lo que cree que él no ha sido capaz de “convencer” a los suyos de “lo importante” que eran tanto el partido ante Gipuzkoa como este último frente a Castelló.
Gonzalo García no arroja la toalla y ve que la permanencia aún podría alcanzarse, ya que “las matemáticas nos dan opciones”, aunque advirtió que el problema es que “jugando así es imposible”. Y es que, como señalaba el míster del decano, llevan “dos encuentros seguidos recibiendo más de cien puntos y con escasa agresividad”. De sus jugadores, aseguraba que son “buenos chicos”, pero les falta “orgullo, conocimiento de la liga, ambición…”. El vasco, de igual modo, asume su parte de responsabilidad. “Yo como entrenador soy también culpable porque no consigo hacer que esta plantilla lo entienda y esto funcione”, apuntó.
