La casa sin barrer. Y me pregunto ¿qué pinta Tripas en todo esto?, (perdón quise decir Tsipras) Es como si el madrileño no fuera capaz de superar el bache que, por culpa de él, se ha montado. Lo curioso de todo este lio es que, se han fijado personalismos por encima de los intereses nacionales; siendo el resultado un gobierno entre «algodones». Mientras tanto los anestesistas de la democracia, van de desprecio en desprecio, consentido por los resultados obtenidos de un «cabreo» generalizado, precisamente por el consentimiento que la misma democracia plural da como resultado el poder marear a la «perdiz» en una Justicia lenta, y poco dotada económicamente, atada por la misma letra que en una jurisprudencia estancada debiera ser superada con mayor agilidad. Lo que está claro es que, «lo que está mal no necesita de muchas practicas coercitivas y si resolutivas», por la sencilla razón de que no podemos admitir que, por aquello de que somos demócratas liberales y plurales, cada individuo plural se monte un espectáculo propio, para así llegar a un cierto poder, aunque sea por partidismo. También es verdad que la corrupción liberal que todos llevamos dentro, por aquello de cierta ambición por ser político, aflora y no es atajada de inmediato, la que ensucia como aceite derramado, todo lo que pilla a su paso. Por eso, sólo por eso, hay que envasarlo y ¡bien! Sin darle resquicio al «pringamiento».
Hay unas estructuras morales que, quitando las neo-liberales, bohemias y todas aquellas que no creen en nada que, no sea su placer. Hacen entender facilísimamente que, no hace falta estar enseñado o educado, para entender lo que está mal. Sea uno ateo, agnóstico, creyente o no creyente o de cualquier otra moral, tanto espiritual como razonada. La cuestión es que encima no reclamen derechos individuales que ellos de alguna forma y manera han usurpado a los demás. Lo cual, donde el egoísmo salta a la vista, la experiencia de nuestros ancestros, seamos de la etnia, religión o razonamiento diferentes ¡todos! Somos iguales. Por eso, sólo por eso, nos decían nuestro abuelos aquello de (como recriminación hacia ti) «ande yo caliente que, se ría la gente». Si a esto le sumamos lo de «El fin justifica los medios»,entonces, sólo entonces, esto será otra guerra civil por la supervivencia; Y no creoque, nadie quiera hoy, semejante Siria.
Que nos bastó la nuestra y parece como si no hubiera servido para nada, prueba de ello tenemos los separatismos, antes terrorismos asesinos y ahora los sinvergüenzas que de la política hacen un negocio sucio y emponzoñable, cargando al gobierno con su dialéctica de las malas lenguas, como culpables de lo que ellos mismos han hurtado a su propia comunidad autónoma. Y otros, en el ejercicio de la ¿descortesía oportuna? Y sin previo aviso a la costumbre, niegan representación a la milicia en materias de educación social, con la mayor desfachatez y cara dura con la que, lo civil ofende al servicio militar, como si lo militar no fuese civil. Y es que la «casta» de Colau y de tantos indignados, se muestran como «intocables», estando por encima de la razón y el espíritu. Cuando ellos son, simplemente la casta de los oportunos, por supuesto porque Pueden en una democracia de derechos civiles, desde la vitrina de un Congreso de Diputados o Senado, está bloqueada por la sinrazón. Y a esto hay que ponerle remedio; esperemos que nos den oportunidad para una nueva elección y que cada uno sepa lo que se juega a la vista del personalismo incongruente de los irrazonables. ¿Perdedores al poder? ¡No!
