El secretario general de UGT en Melilla, Alonso Díaz, informó ayer sobre la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que "acaba con la discriminación salarial de los trabajadores transfronterizos", y es que según la sentencia "habrá que aplicar el salario mínimo marcado en el IV Convenio General de la Construcción vigente desde el 1 de enero de 2007". Esto supone que deberán pagar el 25% que la patronal descontaba al entender "que no era aplicable el plus de residencia". El secretario General UGT Alonso Díaz, informó ayer en rueda de prensa que tras ocho años de lucha y un "largo devenir jurídico" en los tribunales este jueves recibieron la sentencia del Tribunal Supremo de lo laboral que "acabará con la discriminación salarial de los trabajadores transfronterizos frente a los de la propia Ciudad".
Según explicó el dirigente de UGT todo empezó en 2007 con la aprobación del IV Convenio General de la Construcción en el establecimiento de unos salarios mínimos establecidos en el artículo 46 de mencionado convenio. Así, durante los dos siguientes años el sindicato "intentó por todos los medios que se aplicara el artículo a los transfronterizos", lo cual era "negado" por la patronal melillense.
Por ello, UGT presentó una "consulta" en la Comisión Nacional Paritaria del convenio formada por los sindicatos y patronales de la construcción, que tuvo respuesta en diciembre de 2008. En este dictamen se afirmaba "que los trabajadores fronterizos tenían el derecho a percibir la remuneración que regulaba el convenio".
Sin embargo, la patronal de Melilla insistió en "negarse a pagar a los trabajadores el salario correspondiente", a pesar según UGT de que "había un plazo de cuatro años para equiparar estos salarios". Por ello el 15 de octubre de 2010, UGT presentó una demanda de conflicto colectivo en el Juzgado de lo Social en Melilla contra la patronal y CCOO porque "se negó a firmarla conjuntamente". Posteriormente tras sentencia favorable a los trabajadores, la patronal recurrió al Tribunal Superior de la Junta de Andalucía (TSJA) que también fue "favorable a los trabajadores". Finalmente, terminaron poniendo un recurso de casación al TS de lo laboral.
Por todo ello, Díaz hizo un llamamiento a los empresarios para que "actualizaran automáticamente las nóminas de manera voluntaria", así como "dejar de confundir con el plus de residencia".
De esta manera, afirmó que "no cree que la empresa pague a los trabajadores" las cantidades desde 2007, por lo que "tendrán que demandar a nivel individual" que según estimó el sindicato pueden ser en el caso de un peón de entre 190 y 200 euros mensuales del tiempo trabajado "según la subida salarial de cada año".
Aún así, apuntó que "no se ha acabado con el problema laboral de los transfronterizos" ya que quedan algunos conflictos como "la renovación de los permisos o el pago del desempleo".
“CCOO ha traspasado la línea roja”
El secretario general de UGT aseguró que desde el sindicato "no se dedican a denunciar a los trabajadores por las críticas realizadas, aunque a veces sean duras, ni a exigirles cantidades de dinero en los juzgados". Con estas declaraciones el secretario general hacía referencia a la denuncia de CCOO por "injurias y calumnias" a algunos trabajadores fronterizos que denunciaron un "abusos y manipulaciones" por parte de CCOO sobre la que UGT considera que "ha traspasado la línea roja" ya que "quien agrede a un sindicalista de la UGT hiere a todo el sindicato". Díaz aseguró que cualquiera puede solicitar la sala pero "nosotros no nos hacemos responsables" de lo sucedido. Y es que desde UGT creen que "las críticas por parte de los trabajadores forma parte de la mochila de un sindicato" y "una organización seria debe de asumirlas".
