LOS PORTUGUESES ACABARON VENCIENDO AL UNICAJA MÁLAGA POR 76-80
Foto José Manuel Giner, Fotos Galería CAM
El Unicaja Baloncesto se presentó en nuestra ciudad con apenas una semana de preparación y con dos sensibles bajas, como el internacional español Alberto Díaz y la última incorporación, el francés Killian Tillie. De todo modo, y ante un rival más rodado, a los malagueños se les acabó la gasolina en el último cuarto.
Trepidante y espectacular partido el que protagonizaron este domingo, en el Pabellón Javier Imbroda, el Unicaja Málaga y el SL Benfica, brindando así un merecido y emotivo homenaje al recordado entrenador melillense Javier Imbroda, fallecido hace poco más de dos años. Los malagueños, con muy pocos días de preparación, no pudieron contar con el internacional español Alberto Díaz y tampoco con su último fichaje, Killian Tillie. Pese a ello, los de Ibon Navarro rayaron a un buen nivel frente al campeón de la liga portuguesa, que llevó la iniciativa en el marcador a lo largo del primer cuarto, con una máxima ventaja de siete puntos (9-16). Los malagueños respondieron con un 8-0 de parcial para situarse por delante en el luminoso (17-16), aunque los visitantes, no obstante, acabarían adjudicándose este periodo por 17-19, con Tyler Stone como principal referencia ofensiva. En el segundo acto, el choque se equilibró aún más y en muchas fases se fueron alternando al frente del marcador con rentas mínimas para uno y otro. De este modo, al intermedio se llegaba con dominio de los lisboetas por tres puntos (36-39), por lo que todo quedaba pendiente de decidirse en la segunda parte.
Aprovechando el tiempo de descanso, el presidente del Unicaja Baloncesto, Antonio Jesús López Nieto, hizo entrega de una camiseta oficial de la entidad cajista, en la que en la zona superior trasera figuraba el nombre de Melilla, al presidente de la Ciudad Autónoma y hermano del homenajeado, Juan José Imbroda. De vuelta a la cancha de juego, arrancaba un tercer periodo en el que los costasoleños se mostraron ligeramente superiores (24-19 de parcial), aunque no fueron capaces de abrir una importante brecha en el electrónico. Así, con un ajustado 60-58 se iban al final de este asalto. En el último cuarto, el campeón portugués puso la directa con una mayor intensidad defensiva y con más acierto en ataque que su rival. De esta forma, a poco más dos minutos el Benfica parecía romper el partido con una diferencia de doce puntos (64-76). Ibon Navarro solicitaba un tiempo muerto y mandaba una presión asfixiante a toda pista para tratar de reducir las distancias, consiguiendo un 4-0 que provocó que el técnico luso parase el choque. Pese a los intentos a la desesperada de los cajistas por acercarse en el marcador, el I Memorial Javier Imbroda se lo llevarían los portugueses por 76-80.