La institución también ha reconocido a 15 socios que han superado los 50 años como tales y concedido la insignia de oro a su directiva Esther Azancot Cánovas y a la joven deportista Azul Sánchez
El domingo, 5 de marzo, el Real Club Marítimo en un acto muy emotivo, ha homenajeado a toda una institución en nuestra ciudad como es el Colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo concediéndole su Metopa de Honor. La institución también ha reconocido a 15 socios que han superado los 50 años como tales y concedido la insignia de oro a su directiva Esther Azancot Cánovas y a la joven deportista Azul Sánchez.
Un centro educativo, el del Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, que abrió sus puertas en 1906 y desde entonces ha formado académicamente a cientos de alumnos en Melilla.
La actual Comunidad Religiosa de las Hermanas Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones, con Sor Matilde de Sena, como Madre Superiora, estuvo presente. En un día tan especial estuvieron acompañadas por un nutrido grupo de antiguos alumnos.
Desde que llegara a Melilla la primera de las Comunidades, con Sor Josefina como Superiora, han sido muchas las religiosas que han dedicado su vida tanto a la labor docente como a la humanitaria.
No debe obviarse el trabajo que realizaron en 1909 como enfermeras en el antiguo y hoy desaparecido hospital del Buen Acuerdo. Tan encomiable trabajo les valió la concesión de la medalla al mérito militar con distintivo rojo por el rey Alfonso XIII.
En 1920 las entonces Hermanas del Buen Consejo pasaron a formar parte de la Congregación de las Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María fundada por Madre Carmen del Niño Jesús en su Antequera natal.
De este modo se cumplía también uno de los anhelos de la religiosa malagueña, que no era otro que ampliar sus centros educativos y formativos en el norte de África.
El domingo fue pues, un día muy especial para la Comunidad Religiosa del Buen Consejo, Profesores, Alumnos y Antiguos Alumnos que han visto reconocida la labor desempeñada por esta institución educativa en Melilla. En 2020 cumplieron su primer centenario pero las restricciones impuestas por el COVID no permitieron desarrollar la mayoría de actos programados para festejar tan importantes efemérides.
Desde MELILLA HOY nos unimos a este reconocimiento y al general afecto que la ciudadanía profesa hacia esta institución.
Más distinciones
El Real club Marítimo de Melilla ha realizado este domingo uno de los actos más solemnes y con más calado sentimental de cuantos se celebran en la entidad a lo largo del año: ha celebrado la imposición de insignias de oro a sus socios con más de cincuenta años de afiliación. Se ha concedido a Eduardo Guerras, Adelaida Valera, José Joaquín Lamas, Cristina Echevarría, Fina Molina, Tomás Fernández, Mª Cristina Aragón, Carmen González, Emilio Boj, Francisco Alcalá, Mª Ángeles Magaña, Mª Isabel Lucas, Mª Dolores Román, Rosa Tornel y Melania Morely.
Este año, también se les ha otorgado la Insignia de Oro a los siguientes socios, quienes por diferentes motivos no han podido acudir al acto de este domingo y en próximas fechas se les impondrá: Fernando Caro, Mª Jesús Robleda, Moisés Chocrón, Encarnación Villar, Margarita Ibáñez, Rosario Cánovas, Carmen Domínguez-Posada, Paloma Wahnon, José Antonio Carmona, Alberto Benzaquén, Mercedes Benzaquén y María Rúas.
De igual forma, la regatista Azul Sánchez también ha recibido esta Insignia de Oro, tras sus logros deportivos. También ha recibido la insignia de oro la directiva del club, Esther Azancot
Jerónimo Pérez, presidente del RCMM, ha señalado que “este es el día grande de nuestro Club y la celebración más importante”, dirigiéndose a los socios que han recibido la insignia de oro. “Los casi 79 años (este 6 de marzo se cumple el aniversario del RCMM) de historia del club no se entendería sin el relato de vuestras vivencias en sus instalaciones, en cada uno de sus rincones, actividades, deportes”, añadía el presidente de la entidad, “debemos premiar el esfuerzo realizado de permanencia, sobre todo, durante los años en los que el Club no tenía el nivel de servicios con los que cuenta actualmente. Sin esa constancia, muy probablemente, el Club hubiera desaparecido”.
“La Junta Directiva, por unanimidad, decidido otorgar su Metopa de Honor a las Hermanas Franciscanas de Los Sagrados Corazones por la formación de muchas generaciones de alumnas, y más recientemente de alumnos, durante más de 100 años en nuestra ciudad, a través del Colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo”, ha subrayado Jerónimo Pérez antes de entregar la distinción.
