FOTO JOSÉ MANUEL GINER
Melilla se ha convertido en una ciudad fantasma. Cuesta trabajo cruzarse con alguien en las calles. Y no por culpa del calor, ya que MELILLA HOY ha salido a comprobarlo en torno a las ocho de la tarde, cuando el termómetro empieza a dar un respiro.
El éxodo también lo han notado en algunos servicios públicos consultados por este Diario, que coinciden en que la razón de que Melilla esté vacía se debe no solo a las vacaciones de verano, que este fin de semana coincide con una de las operaciones salida con mayor número de desplazamientos. También es por el puente festivo del 15 de agosto, que muchos de los que ya cogieron vacaciones aprovechan para volver a darse una escapada.
Pero nuestras fuentes coinciden, sobre todo, en que una de las grandes razones de que tantos melillenses han decidido pasar estos días fuera es la Feria de Málaga, que empezó por todo lo alto el pasado viernes por la noche.
Por ello, el puerto y el aeropuerto han registrado una importante actividad en los últimos días, provocando incluso quejas de algunos pasajeros en el caso del puerto, donde las colas de espera para embarcar superaron la hora, según testimonios de algunos afectados en las redes sociales.
La Melilla vaciada la sufren, sobre todo, los hosteleros y comerciantes de la ciudad, con poca actividad por la falta de clientela.
