El ministro de Justicia recibió este lunes el Premio Mem Guímel, entregado por la Asociación Cultural Sefardita de Melilla. Su presidente, Mordejai Guahnich, desglosa para MELILLA HOY las claves del galardón concedido a Rafael Catalá como impulsor de la Ley 12/2015. “Esta ley ha significado la vuelta a casa. El retorno a Sefarad”, afirma Guahnich. Según sostiene, es un reconocimiento por haber “hecho Justicia” con los judíos expulsados de España en 1492. -¿Qué requisitos deben cumplirse para ser galardonado con el Premio Mem Guímel?
-El Premio Mem Guímel se concede a personas o instituciones por su labor o su colaboración para el reconocimiento del pueblo judío, o bien, del mundo sefardí en su conjunto. En este caso, hemos otorgado al premio al ministro de Justicia por su participación en el impulso de la Ley 12/2015. Antes lo recibieron otras personas, como Ricardo Ruiz de la Serna, David Obadía o Alicia Benarroch, además de instituciones como el Archivo General de Melilla, que nos permitió estudiar más la historia de los judíos a través de sus archivos, o el Instituto de las Culturas.
-¿Por qué se decantaron por el ministro de Justicia?
-La Asociación Cultural Judía Sefardí decidió otorgar el premio al ministro por la labor tan importante que ha desarrollado al impulsar y aprobar la ley que concede la nacionalidad española a los descendientes de los judíos que fueron expulsados de España en 1492. Fue la junta directiva de la asociación la que le propuso como candidato para obtener el premio en su sexta edición y creímos que fue lo más oportuno, por la inmensa alegría que ha supuesto para los sefardíes de todo el mundo. Cuando se le comunicó, además, él ministro recibió la noticia con mucha ilusión y nos manifestó su intención de venir a recogerlo, algo que también agradecemos.
-¿Qué ha significado la aprobación de esta ley para el pueblo judío?
-Ha significado la vuelta a casa. El retorno a Sefarad. La vuelta y recuperación de los descendientes de los expulsados. El reconocimiento para poder decir nuevamente: «soy español». Esta ley permite a muchas personas que recuperen la nacionalidad y sus orígenes después de cinco siglos. Implica el reconocimiento de un trágico error. En esta ocasión, el Premio Mem Guímel lo que reconoce es que se ha hecho justicia con la historia, con los judíos expulsados. Ha sido un acontecimiento muy importante, muy bien acogido sobre todo para el mundo sefardí.
-¿Ha tenido alguna repercusión en Melilla?
-Sí, aunque los judíos descendientes de Melilla no son los mismos descendientes de los que fueron expulsados en 1492. Fueron judíos que se marcharon mucho después, en el siglo XX, y que siguieron siendo españoles. Para los descendientes de Melilla no ha significado mucho en sí, pero sí para los sefardíes que están repartidos alrededor de todo el mundo.
-¿Cuánto se decidió conceder el premio a Rafael Catalá?
-La decisión la tomamos en noviembre del año pasado, en Junta Directiva.
-¿Cómo ha sido entregar en mano el reconocimiento al ministro?
-Pues ha sido un honor y muy importante poder entregarle este premio en mano al propio ministro. Ha sido una gran satisfacción y un estímulo para poder seguir trabajando. Para nosotros es un honor contar con un ministro entre nuestros premiados, por eso es de agradecer que nos haya visitado Melilla y nos haya dedicado parte de su tiempo para recibir el Premio Mem Guímel.
