El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, admitió ayer las altas ratios que sufre el sistema educativo en Melilla, un problema que recordó que no es de ahora, sino de hace “muchos años”. No obstante, recordó que ya se están dando los pasos para empezar a construir dos nuevos colegios entre 2017 y 2018, con los que “se dará un palo importante” a esta cuestión. Además, señaló que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) le ha ofrecido instalar aulas prefabricadas como una “posibilidad urgente”. Sólo con los dos colegios, Imbroda señaló que se crearán 2.000 nuevas plazas en cuestión de dos años, por lo que “se le habrá dado un palo importante a la demanda” que tiene el sistema educativo en Melilla, “aparte de las cosas que se pueden hacer” y que serán tratadas con el ministro de Educación en la visita que tiene pendiente.
El dirigente melillense mostró, además, su predisposición a “hacer algo especial” si es necesario aliviar el problema de las altas ratios mientras se construyen los nuevos centros educativos, como la instalación de aulas prefabricadas, como le ha ofrecido el Ministerio de Educación, siempre que sea con el compromiso de que sea una medida provisional que no se quede después como definitiva. Esa es la razón por la que Imbroda dijo haber sido siempre “enemigo total” de esta medida, pero insistió en que “ya se está arrancando donde hay que arrancar, que es en el ladrillo y el suelo”.
El asunto de las altas ratios será uno de los temas que se aborden cuando el ministro de Educación viaje a Melilla, además de otros como la construcción de un polideportivo en el Campus de la UGR, los restos que han aparecido en la Iglesia del Pueblo o “los límites de la ACB” en el apartado deportivo.
Inquietud compartida
Imbroda dijo a preguntas de los periodistas que comprende la inquietud de la comunidad educativa, que el miércoles se concentró por la tarde para protestar por unas elevadas ratios, aunque dejó claro que desde la Ciudad Autónoma comparten esa inquietud y que así lo ha demostrado con las actuaciones que ha llevado a cabo en materia educativa en los últimos años.
Así, recordó que en cuanto se formó el Gobierno de Rajoy a finales de 2011, “lo primero que hizo” el Ejecutivo de Melilla fue sentarse con el entonces ministro de Educación, José Ignacio Wert, y firmar un protocolo para la construcción de un colegio y un instituto, en los cuales la Ciudad Autónoma estaba dispuesta incluso a adelantar el dinero debido a la crisis de ese momento.
Señaló que las obras del instituto han empezado ya en el Jardín Valenciano y las del colegio está previsto que hagan lo propio en el primer semestre de 2017 en el antiguo cuartel Gabriel de Morales, aunque en aquel protocolo también se establecía la posibilidad de construir otro nuevo colegio, para lo que la Ciudad Autónoma cedería los terrenos, sobre el que Imbroda ha dicho que debería arrancar en 2018.
Antiguo conservatorio
Por último, Imbroda rechazó la propuesta de Coalición por Melilla (CPM) para que el edificio del antiguo conservatorio sea destinado a un centro educativo, ya que afirmó que no reúne las condiciones arquitectónicas necesarias que se exigen ahora para que un edificio tenga un uso educativo, lo que obligaría a “vaciarlo” para acondicionarlo, elevando su coste. “Costaría más el collar que el perro y no tendría todas las prestaciones”, resumió.
