El presidente del CRMM, Uariach Mohamed, contestó al presidente en funciones de la CIM confirmando que su entidad no participó en la Asamblea que convocó las elecciones y anunciando que se reservan el derecho a abandonar la CIM, “todas las opciones están sobre la mesa”. Sin embargo, también trató de tender puentes con la CIM proponiendo un nuevo proceso de cara a convocar unas elecciones “serias, que se ajusten a los estatutos de la federación”. Uariach Mohamed, el presidente del Consejo Religioso Musulmán de Melilla (CRMM), una de las entidades que conforman la CIM y que ha mostrado en los últimos días su rechazo a la convocatoria de elecciones por parte de dicho organismo, ha realizado unas declaraciones en respuesta al presidente en funciones de la CIM, Abdelkarim Al-Lal, quien instó al Consejo Religioso a salir de su “ambigüedad” y aclarar si se daban o no de baja de la CIM. Para Uariach Mohamed, quien declara que en ningún momento se había planteado entrar en un cruce de declaraciones “tan absurdo y perjudicial” para la comunidad, respondió al llamamiento del presidente de la CIM informándole que que ya se ha producido “la primera consecuencia de su precipitada convocatoria para ser presidente saltándose los estatutos de la CIM”, toda vez que el secretario general del Consejo Religioso, quien asistió a la Asamblea sin el consentimiento de la entidad (que ya se había desmarcado oficialmente de la convocatoria, comunicándoselo al presidente de Badr y secretario general de la CIM) ha presentado su renuncia.
CRMM afirma que no reconoce ni respalda ninguna convocatoria que no se ajuste a los estatutos de la federación, y pone énfasis en el hecho de que la precipitación de Badr por definir el perfil del candidato ha provocado una merma en el cumplimiento de lo estipulado en dichos estatutos.
En relación a la posible baja del CRMM de la CIM, Uariach afirmó que se reservan el derecho a causar baja de la CIM cuando estimen oportuno, “siempre teniendo presente los intereses generales de la comunidad musulmana y dejando claro que los tiempos los marcamos nosotros”, motivo por el que considera su postura como fruto de la responsabilidad, no de la ambigüedad; “todas las posibilidades están encima de la mesa”, declaró.
El presidente del CRMM afeó a la CIM y a la asociación Badr el haber tratado de manera “irrespetuosa” al responsable de la Mezquita Central, “un hombre de 83 años que ha dedicado la mitad su vida a ese centro”, y cuya honradez fue puesta en entredicho en las redes sociales por uno de los asistentes a la Asamblea del 4 de abril, hecho que empeoró al darle “cobertura” y difusión en redes “el resto de miembros de Badr”.
El presidente del CRMM quiso aprovechar estas declaraciones para hacer llegar al presidente en funciones de la CIM una propuesta de cara a “desbloquear” la situación, propuesta que consistiría en la elección de 15 personas de la comunidad -representativas de distintas sensibilidades- que se encargarían de elaborar un proyecto de trabajo acorde con las necesidades de la comunidad, definiendo el perfil del candidato y actuando como garantía durante el proceso. “Una vez concluido el trabajo de estos 15, se presentaría a la Comisión permanente de la CIM y ya se podría convocar la asamblea para elegir presidente”, concluyó.
