El Melilla Sport Capital Voleibol pone hoy rumbo a la fase final de la XLVI Copa de Su Majestad El Rey de España, que desde el próximo viernes al domingo se va a disputar en Las Palmas de Gran Canaria, bajo la organización del Club Voleibol Guaguas. Se trata de una edición especial que se va a celebrar bajo estrictas medidas de seguridad, debido al estado de alarma y a la pandemia global suscitada por el Covid-19. La expedición melillense debe pasar un control PCR en Melilla, debiendo dar negativo todos sus componentes para poder viajar a Las Palmas. Una vez allí, los ocho equipos clasificados vivirán en una burbuja para evitar contactos externos y salvaguardar la salud de todos los participantes en esta singular fase final.
Todos los participantes y organizadores deberán llegar dos días antes de los primeros enfrentamientos y se hospedarán todos en el Hotel AC Ibera Las Palmas, situado a menos de diez metros del Centro Insular de Deportes, lugar en el que tendrán lugar los entrenamientos y partidos.
Cada equipo tendrá el mismo tiempo de uso de las instalaciones deportivas para preparar el torneo y tendrá los horarios adaptados según tenga luego el primer enfrentamiento, para que todos tengan el mismo descanso hasta el inicio de la competición.
Un médico Covid, dispuesto por la Real Federación de Voleibol, intervendrá y tendrá autoridad para resolver todos los asuntos relacionados con la aplicación del estricto protocolo sanitario remitido por la RFEVB a los distintos equipos participantes y los procedimientos preventivos e higiénicos especiales que se van a exigir durante el torneo.
La organización ha previsto incluso la reserva de varias habitaciones libres en el ‘hotel burbuja’ para poder realizar aislamientos de casos positivos que se puedan dar durante el campeonato, ya que está previsto que se puedan realizar test de antígenos de forma aleatoria, así como cuando se sospeche que pudiera haber casos de contagio o cualquier integrante de los equipos mostrase síntomas.
Las diferentes comidas se han organizado con horarios fijos, acordes con los entrenamientos y la competición, de manera que se va a evitar en todo momento que los equipos coincidan en las zonas comunes del hotel y en las instalaciones deportivas, llegando incluso a tener diferentes lugares de ingreso y salida para tampoco tener contacto durante los accesos al pabellón y al hotel.
Sin duda, una peculiar Copa del Rey adecuada al tenso momento que vive la sociedad española inmersa en la tercera ola del Covid.
Pero también va a ser una de las fases finales mejor organizadas y con mayor nivel de juego. Los ocho mejores equipos del país, entre los que vuelve a estar Melilla, se disputarán uno de los trofeos más queridos del deporte español, bajo estrictas medidas sanitarias y de seguridad, pero con la ilusión y la confianza intactas.
