Un grupo menos numeroso de personas que el año anterior fue testigo directo del fallo del jurado por el que se conoce el ganador del codiciado Premio Internacional de Poesía. En esta edición, la 37, se han presentado 395 poemarios y fue el presidente del jurado Antonio Garrido Moraga quien dio a conocer el nombre del poeta elegido entre los seis finalistas de la cuarta criba.
Una vez más, en el transcurso de la tradicional cita en el salón dorado del Palacio de la Asamblea y en un acto presidido por Manuel Ángel Quevedo, vicepresidente de la Ciudad Autónoma se supo que este año la obra ganadora fue "La fruta de los mudos" del cordobés José Luis Rey, nacido en Puente Genil en 1973, poeta, traductor, ensayista y doctor en Filología Hispánica que se ha hecho acreedor de la publicación de su obra en la editorial Visor y de 18.000 euros, que es la cuantía del premio en metálico,
Un poeta, el ganador, al que el presidente del jurado calificó de “barroco” y poseedor de una realidad visionaria y a su obra de “joya poética” y del que dijo que “su pisada ya tiene fuerza en el panorama poético y cultural”.
En el mismo acto se supo que la Beca de Investigación Miguel Fernández, que tomó el nombre del insigne poeta melillense, y que ya ha alcanzado su 21 edición recayó Itziar Pascual por su trabajo "¿Un doble silencio?: Poetas españolas para la infancia y la juventud 2000 -2015”.
