El viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, insistió ayer en desmentir la información facilitada por Coalición por Melilla (CPM) respecto a que se encuentra entre los 16 trabajadores del servicio de recaudación de tributos que han denunciado a la Ciudad Autónoma por una supuesta cesión ilegal de trabajadores.
“Me produce un poco de tristeza que hoy en día en la política se atrevan a jugar con estas cosas”, respondió Díaz a preguntas de los periodistas, ante los que reiteró varias veces que “es mentira” que él haya presentado una denuncia.
El viceconsejero dijo que es “evidente y notorio” que sus compañeros sí lo han hecho, pero en cualquier caso, se desmarcó de esa decisión al afirmar que los trabajadores del servicio de recaudación “sabrán lo que tienen que hacer” y él no es nadie para opinar sobre este tema.
Tampoco se pronunció sobre cómo podría afectarle a él como trabajador de dicho servicio en caso de que los denunciantes ganen el juicio: “Si mi abuelo tuviera falda, sería mi abuela, no sería mi abuelo”, contestó al ser preguntado sobre esta cuestión.
¿Nervios?
Según el viceconsejero, el motivo de la rueda de prensa organizada el lunes por CPM no era que trabajadores de la empresa Getyr hayan denunciado a la Ciudad Autónoma por cesión ilegal de trabajadores, sino que él estaba dentro de ese grupo y que tenía que ser expulsado del Gobierno melillense, algo que atribuyó a que los cepemistas “igual están nerviosos” ante las próximas elecciones.
“Igual se jubila esta gente antes de que yo me jubile de la política”, afirmó Díaz, que dejó claro que se iba a mantener “siendo un caballero” y no iba a expresar su opinión sobre la postura de CPM, si bien consideró que dicho partido “ha tenido tiempo para salvar el ridículo de montar una rueda de prensa” para acusarle de “algo que es totalmente falso”.
Para terminar, señaló que esto es “cutre” y afirmó como “reflexión en voz alta” que “no hay nada peor que un ignorante con osadía”.
PSOE y Cs: “Es tan fácil como que enseñen la denuncia”
Tanto PSOE como Ciudadanos (Cs) dijeron no saber si el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, está entre los trabajadores que han denunciado a la Ciudad Autónoma, como mantiene CPM, si bien coincidieron al considerar que “es fácil” despejar las dudas enseñando públicamente la denuncia para ver quiénes la han impulsado.
La portavoz del PSOE, Gloria Rojas dijo estar convencida de que si Díaz estuviera entre los denunciantes “sería un escándalo”, al tiempo que consideró evidente que el viceconsejero también se vería beneficiado de la sentencia en caso de que sea favorable, aunque no haya presentado denuncia, como asegura.
El portavoz de Cs, Eduardo de Castro, cree que si CPM demuestra su acusación, sería para que el Gobierno de Melilla “pusiera a Díaz fuera inmediatamente”, algo que él haría si fuera presidente “por una cuestión ética”.
“Si usted es viceconsejero de un Gobierno y usted denuncia a su Gobierno, o el Gobierno está conchabado con usted, o usted entre comillas es un traidor a ese Gobierno”, resumió el líder de la formación naranja, en cuya opinión de ser cierta la denuncia de Díaz, podría responder a que “está viendo que se puede quedar fuera de juego y se está buscando una salida laboral” ante la cercanía de las elecciones.
De todos modos, De Castro afirmó que casos como este son “una historia muy antigua” de hace varios años para “entrar a la administración por la puerta de atrás” mediante la contratación de servicios externos y el despido tras “un pacto” para que la Ciudad Autónoma sea denunciada y esta después se vea obligada a readmitirlos.
Según De Castro, se trata de “una puerta giratoria” ante la imposibilidad de convocar oposiciones por los recortes, y aunque admitió que “son cuestiones perfectamente legales”, también dejó claro que “el que hace la ley hace la trampa”, dando lugar a una “administración paralela” como la que hay en Andalucía.
