El Grupo de Prevención y Reacción (GPR) de la Policía Local ha detenido a un conductor melillense de 19 años, sin carné y positivo en el test de alcoholemia, tras protagonizar ayer de madrugada una espectacular persecución policial por el Barrio del Real y el Polígono Industrial del Sepes. Fue necesaria la participación de todas las patrullas de la Policía Local y Nacional, unas diez, que estaban de servicio en el turno de noche para interceptar al conductor huido, que terminó embistiendo con el vehículo a dos agentes que trataban de identificarlo, y causó también daños en algunos de los coches patrulla. La persecución despertó a muchos vecinos del barrio, sorprendidos por las sirenas de Policía y los derrapes de los coches, que llegaron a cuadriplicar la velocidad máxima permitida, superando con creces los 100 kilómetros por hora en zonas donde sólo se puede ir a 30.
MELILLA HOY pudo presenciar parte de la persecución, que tuvo lugar poco antes de las tres y media de la madrugada por varios viales del Real, entre ellos calle Ceuta, Valencia y Mar Chica, además de la rotonda de calle Andalucía y la Carretera Alfonso XIII. Algunos vecinos, sobresaltados, salieron de sus casas y se asomaron a los balcones para ver cómo numerosos coches de la Policía Local y la Policía Nacional trataban de interceptar al veloz Hyundai Getz, de color oscuro, persiguiéndolos unos y situándose en mitad de los cruces otros para intentar cortarle el paso.
Según informaron a este Periódico fuentes policiales, el motivo que desencadenó los hechos ocurrieron poco antes de las tres y media de la madrugada, cuando una patrulla del GPR de la Policía Local dio el alto a un vehículo de pequeño tamaño, un Hyundai Getz, que circulaba sin luces por el barrio del Real.
Sin embargo, el conductor hizo caso omiso e intentó darse a la huida, por lo que la Policía Local, al sospechar que pudiera tratarse de un vehículo robado, inició una persecución que se extendió durante varios minutos por todo el barrio del Real y el Polígono Industrial del Sepes.
Todas las patrullas de la Policía Local y la Policía Nacional que había de servicio en el turno de noche se sumaron a la persecución, de enorme peligro por cuadriplicar la velocidad permitida en el barrio del Real y pasar después al Polígono Sepes, una zona muy concurrida por jóvenes que en ese momento estaban haciendo botellón.
Finalmente, el vehículo pudo ser interceptado en la Carretera Alfonso XIII, donde terminó colisionando contra la mediana, aunque el conductor, en su intento de darse a la fuga, embistió a dos agentes de la Policía Local que se dirigieron hacia él para detenerlo e identificarlo, alcanzando a ambos en las rodillas y los codos, aunque sin causar lesiones graves. Curiosamente, uno de los agentes a los que embistió el conductor detenido es compañero suyo en un equipo de ciclismo.
Posteriormente abandonó el vehículo e intentó darse a la huida a pie, aunque finalmente fue interceptado por la Policía Local, que lo detuvo por tres presuntos delitos contra la Seguridad Vial por alcoholemia, conducción temeraria y carecer de carné, y por un presunto delito de atentado contra los agentes de la autoridad.
La Policía Local tuvo que cortar el tráfico en la Carretera Alfonso XIII durante más de media hora, hasta que el coche pudo ser retirado con la grúa municipal.
