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Denuncian que la “situación límite” en la frontera afecta a la seguridad nacional

José Antonio Rodríguez (SPP), Serafín Giraldo (UFP), Mateo Cuadrado (CEP), Alfonso Gálvez (SPP), Ramón Cossío (SUP), José Canales, Antonio Gª Guillén (UFP) y Jesús Ruiz Barranco (SUP)
(Autor: Guerrero)

Los sindicatos policiales SUP, UFP, CEP y SPP denunciaron ayer la “situación prácticamente límite” que se está produciendo en los pasos fronterizos entre España y Marruecos en Melilla, que afecta no solo a los derechos de los agentes y los usuarios de la frontera, sino también a la seguridad nacional. Los representantes nacionales de los cuatro sindicatos de la Policía Nacional hicieron esta advertencia en una rueda de prensa conjunta tras pasar varios días en Melilla, donde han observado de primera mano la realidad de los pasos fronterizos y han mantenido reuniones con los máximos responsables de la Ciudad Autónoma, la Delegación del Gobierno, Juan José Imbroda y Abdelmalik El Barkani, respectivamente, y los partidos políticos de la Asamblea. Los cuatro sindicatos, que han formado una unidad de acción en este sentido, han sacado como conclusión que los responsables políticos de Melilla “tienen buena voluntad” de resolver esta situación, “pero la realidad es que las inversiones no llegan, ni tampoco los refuerzos de recursos humanos que son necesarios”.
SUP, UFP, CEP y SPP solicitaron ayer la creación de una plantilla independiente para los puestos fronterizos terrestres de Melilla para paliar el problema de escasez de personal, que debería estar dotada de unos 150 funcionarios destinados en exclusividad a dichos pasos, con una formación y especialidad en el tránsito de personas.
Sin embargo, las carencias en materia de personal “son terribles”, como explicó el portavoz nacional del SUP, Ramón Cossío, que señaló que en la frontera de Melilla hay en el lado marroquí 14.000 personas esperando para cruzar a territorio nacional, mientras en el lado español hay apenas una decena de policías para comprobar sus pasaportes.
La “presión” que ejercen quienes quieren pasar la frontera, al estar en una situación económica de “absoluta precariedad”, hace “imposible” verificar “miles de pasaportes” porque los policías “no dan abasto” mientras “intentan en penosas condiciones establecer sin recursos cierto criterio de entrada”.
Además, “tampoco se verifican los fardos de la gente que pasa la frontera” en el desarrollo del denominado comercio atípico, una actividad “extremadamente peligrosa para la seguridad de la ciudad, y del propio Estado”, teniendo en cuenta “el nivel 4 de alerta terrorista en el que nos hallamos y la posibilidad de contrabando de sustancias prohibidas”.
A juicio de los cuatro sindicatos policiales, el comercio atípico que se desarrolla en la frontera de Melilla es un “modelo de esclavitud nada propio de países desarrollados” y, además, “no hay posibilidad técnica ni humana de ejercer control” sobre ella.

“No existe frontera”
Todo ello les llevó a asegurar que “en Melilla no existe frontera, o al menos desde un punto de vista policial se puede entender como tal”, ya que “impera el caos, el desorden, incluso la anarquía” en los pasos fronterizos.
Aseguraron que “no existen medidas de seguridad suficientes” y con la situación actual en la frontera de Melilla “se han llegado a lamentar pérdidas de vidas humanas por avalanchas”.
En un comunicado conjunto que leyeron en su comparecencia de prensa, también denunciaron que la labor policial en la frontera es “una actividad peligrosa por falta de recursos humanos y materiales”, a la que se añaden los “humos, olores y suciedad por todas partes” que se concentran en unas “instalaciones policiales ruinosas”.
Según los cuatro sindicatos, “se ponen parches y soluciones de emergencia” a una situación en la que “es materialmente imposible realizar un mínimo control de entrada y salida con estas condiciones”, y en la que “la frontera inteligente resulta prácticamente inservible” porque “a día de hoy llena de polvo y sin poder ser utilizada”.
Además, en el paso fronterizo de Beni-Enzar existe una oficina de asilo que ha tramitado 10.500 solicitudes desde su apertura hace justo tres años, “contando apenas con una decena funcionarios para desarrollar esta misión, en unas instalaciones sucias, y con goteras”.
SUP, UFP, CEP y SPP consideraron “llamativo” que FRONTEX no aporta recursos para tratar de revertir esta situación, aunque dijeron desconocer si se han tramitado solicitudes desde España a tal efecto.

Marruecos
Respecto a la colaboración de Marruecos, admitieron que “ha mejorado”, pero “es del todo insuficiente, resultando en muchos casos sospechoso cómo se producen avalanchas de grupos organizados que corriendo asaltan la puerta y lo que encuentran a su paso, o se encaraman en la valla ante la pasividad de los agentes marroquíes”.
Pese a que se producen accidentes, con pérdida de vidas humanas, “no se remedia una situación lamentable y tercermundista en una frontera del espacio Schengen” como la de Melilla, que “no tiene parangón con ninguna otra”.
“Aunque existe voluntad, apenas se nos han ofrecido soluciones políticas que sean asumibles a corto plazo, con una planificación detallada, lo que nos transmite la imagen de una ciudad que parece abandonada a su suerte, como si no hubiese ‘interés real’ en erradicar este mercado negro realizado por ‘esclavos’”, apuntaron en su comunicado conjunto.
Según estos cuatro sindicatos, todo esto es “señal inequívoca de que algo se está haciendo mal en Melilla”, por lo que anunciaron que van a elaborar un informe de prevención de riesgos laborales, que será elevado al Comité de Seguridad y Salud de la Jefatura Superior de Policía de Melilla y a la Comisión Nacional de Salud y Riesgos laborales.

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Redacción

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