Tras la decisión del CSIF de interponer un recurso de alzada para impugnar las oposiciones de las quince plazas de bomberos, quienes consideran que el acuerdo refrendado con el Ministerio de Defensa, quebranta los derechos fundamentales, el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, ha manifestado no entender que un sindicato se posicione a favor de ciudadanos que aun no son funcionarios.
«Se trata de un acuerdo que firmé yo con la Ministra de Defensa, avalado por el Ministerio y por la Ciudad y nada más. Otra cosa es que se quiera retorcer el mensaje o buscar alguna excusa para protestar», aclara.
De Castro ha explicado que el Reglamento militar prevé en muchas ciudades, que cuando un soldado finaliza su vida laboral con Defensa, se reserve un porcentaje de las plazas a otros cuerpos como el de la Policía Local. «Me resulta un poco extraño, que sólo sea para la Policía Local y no para Bomberos, cuando tenemos, por ejemplo la UME, que básicamente son militares y hacen funciones de bomberos. El Ejército conoce perfectamente esto», aclarando que esas reservas de plazas, no son automáticas, sino que el aspirante tiene que tener una titulación, una preparación física y tiene que superar unas pruebas para poder ser bombero. Requisitos principales que de no superarse, pasan al cómputo general. «No sé dónde está la polémica», puntualiza.
El presidente además, ha mostrado su apoyo a estos militares, indicando que si están preparados y con la suficiente experiencia al servicio de España durante muchos años y aprueban, «¿por qué no pueden llegar a ser bomberos?», considerando esta polémica como «artificial» al no entender cómo puede un sindicato defender a opositores que aún no han llegado a ser funcionarios, cuando lo que deben hacer, es defender a los trabajadores.
«Me parece justo reconocer a los militares su labor y darles la posibilidad de seguir participando en la Administración», concluye.
