Aunque se le impuso una pena de cárcel inferior a dos años, la Fiscal no suspendió su ingreso en prisión puesto que contaba con otros antecedentes por el mismo delito. Además, el individuo, que reconoció los hechos, tendrá que abonar una multa superior a los 800 euros. Un hombre fue condenado ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 después de que reconociera ser el autor de un delito de falsificación de documentos públicos, por lo que se le aplicó una pena de nueve meses de prisión, además de una multa superior a los 800 euros. Según se expuso, el acusado fue detenido en el Puerto de Melilla el pasado 5 de mayo cuando intentó subirse a un barco que iba a zarpar con destino a Málaga, portando un DNI que no era suyo.
La fiscal y el letrado del individuo llegaron a un acuerdo de conformidad, para lo que era necesario que el acusado reconociera los hechos como terminó haciendo, aunque instantes antes negase que hubiera cometido un delito de falsedad documental.
Por otro lado, el abogado también solicitó la suspensión de la pena de cárcel por ser de un plazo inferior a dos años, o que, en el caso de que no se pudiera suspender, se le expulsara a Marruecos, su país de origen. La fiscal se opuso a suspender el ingreso en prisión por contar con antecedentes por la misma causa. Por otro lado, también rechazó la expulsión del hombre puesto que podría volver a Melilla, donde estaría gozando de impunidad en tal caso.
