No voy a caer aquí en un sentimentalismo trasnochado y aburrido, además de hipócrita, de decir que Melilla es mi madre: Yo solo he tenido una madre: La señora Maria, y a ella no la cambio por ninguna ciudad por mucha historia que tenga. Vivió 97 años- vino a Melilla con 10- y después de criar a tres hijos, cuidar de un marido y de sus padres, en tiempos difíciles, en una casa pequeña sin las comodidades que hoy disfrutan las mujeres…
Después de sentir los sobresaltos- como un habitante más- de aquellos nefastos años de revueltas que desembocaron en “el desastre de Anual” donde tuvieron que presenciar tanto dolor de soldados inocentes y sacrificados…
Después de vivir aquella horrorosa noche de septiembre, en donde el polvorín de Cabrerizas llenó de escombros media ciudad al tiempo que dejaba un rastro de muerte y desolación en ese barrió… Después de tener que pasar por aquel fatídico 17 de julio que desembocó en un tiempo de represiones, miedos y necesidades…
Con 95 años, mi madre con su propia voz- pues conservaba una memoria lúcida y serena- me fue relatando sus vivencias desde que vino a esta ciudad. Una narración que aún conservo tres cintas de casete y que para mí, sin necesidad de buscar en los archivos de la historia que tantos estudiosos han dejado escritas sobre ellas, configuran el documento más valioso neutral y verídico que yo haya podido saber sobre Melilla.
Por eso Melilla no es mi madre. Mi madre y tantas madres, Si son Melilla. Fue mi madre, al igual que tantas mujeres, las que con sus esfuerzos, sufrimientos y esperanzas pudieron dar luz y razón a esta ciudad, a través de ese siglo XX, que les tocó vivir y superar. Después los eruditos, entre efemérides, documentos y fósiles, escriben sus libros. Yo me quedo con las palabras de mi madre, y esa Melilla es la que conservo en la memoria y aliento en mi corazón
.Y al igual que yo, creo que muchos melillenses, conservan y mantienen más la imagen de la ciudad, a través de sus antepasados, que la recibida de los libros, ya que estos, por muy bien escritos que estén, nunca podrán tener, la verdad, el calor y el sentir de todo aquello que fue la misma vida. Configurada y alentada. Defendida y alimentada por todas las madres. Ella, es algo mucho más valioso que un simple libro de historia. Es la vida de cada una de las historias, que pudieran componer ese libro.
Que tengan esto en cuenta, aquellos que dicen gobernarla. Ella no es un simple terreno geográfico. Ni tan solo una gesta militar. MELILLA es una continuidad en el tiempo, llena de vivencias anónimas y esfuerzos colectivos. De superaciones, la mayoría de las veces, no reconocidas ni valoradas por la brutalidad del poder y la ignorancia.
No solo un puñado de calles y casas, la alientan cada día, sino los miles de corazones, que un día existieron y que dejaron su aliento y su razón. Su patrimonio y su continuidad a otros miles, para que esto que aquí se dice perdurara:… Madres Españolas Libres Inolvidables Legado Legitimo Admirable MELILLA
Buenos días.
