En la política como en la cocina, se ha de guisar muy bien, más aún cuando de estas depende el estómago de todo un pueblo. Es aquí donde el espíritu queda relegado a la razón y no es por otra cosa que la de la satisfacción un problema que a todos nos afecta.
En la política nacional debemos oponernos y apartarnos de las logias insatisfechas de ese Nuevo Orden u ordenes (según de donde vengan) neo-liberal que, lo único que busca es convertir la creación de Dios, en el corral de los Caín y donde los Abel sólo son carne de hamburguesa. O lo que es lo mismo, todas las esclavizaciones que como la de EE.UU les llevaron a otra por medio de una guerra (cómo no) de Secesión. Así como las posteriores a esta, y de las cuales la historia de España tiene tan buen conocimiento de su existencia. Otra cosa es que nos hagamos los olvidadizos, para no alimentar un deseo de revancha, más aún cuando hoy estamos dentro de su orbita y relegados a un abismo de crecimientos de sus propios aliados aquellos que, nos bloquearon 30 añospor no dar paso a Hitler camino de Gibraltar o por haber devuelto a su aliada la URSS el afán anticomunista con la División Azul. Por eso, sólo por eso, éllos vivieron luego una llamada “Guerra Fría ”, o sea, la hipocresía de intereses hacia su madre la Gran Bretaña. Que posiblemente más nos hubiese valido que, Franco les hubiera dejado destruir esa base militar de Gibraltar, con todas sus consecuencias, y no seguir “tragando mecha” hoy en día, teniendo encima que soportar nosotros los manejos de aquella Alemania ¿derrotada? Y los caprichos de los clubes de logia reinante. Todo ello nos hace pensar a veces, sino sería mejor dar paso a los Iglesias y sus cepillos, perdón quise decir Monederos.
La cuestión es que con el cuento global, también la U.E. quiere hacer negocio con nuestros jamones. Y hasta ahí hemos llegado ¡a nuestros jamones ni tocarlos! Que son sanos sanotes puros machotes, sean de guarro o guarra, haber si ahora con el cuento de esa sanidad europea quieren facilitar a China la copia de los de Guijuelo, Pedroches y Jabugo. O sea otro palo a la economía nacional por elementos éllos que, no tienen ni idea de nuestros guarros tratados en la libertad de la campiña nacional, por esas tierras de Huelva, Extremadura y Salamanca. Negros ellos (los guarros) que a la vista parecen tanques camuflados; recuerdo hace unos años ya que, en Cortegana, en uno de nuestros paseos vimos como un “tanque” de estos, se escapaba quizá oliéndose la que podía venirle encima, y cinco los que eran, no pudieron sujetarle; y se escapo como alma que lleva el diablo. Sinceramente, yo hubiera hecho lo mismo y no quedarme cruzado de brazos camino del matadero. Al menos, morir mordiendo.
Pero a lo que estábamos diciendo que, con el cuento de lo global, van desnaturalizando la armonía natural del ser humano, ordenando a través del espíritu su propia razón.
El progreso no es decir ser “soyprogresista” o “soy liberal” ¡No! El progreso es ser ecuánimenaturalmente, aunque esto trastoque todas las ambiciones y egoísmos de los Caín. Por eso solo por eso, veo que la democracia plural esta sujeta sólo a las ambiciones disfrazadas de progresismo. Donde minorías unidas imponen sus ambiciones ¡solo! Porque van unidas. Para eso volvamos a la época feudal y solucionemos el asunto a espadazo limpio que, parece ser que es lo único que se entiende. Hoy el tizonazo es el chanchullo, el Off Shore y el paraíso fiscal. Que finos.
