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Cientos de melillenses siguen la procesión en honor a la Virgen de la Victoria

PROCESIÓN 2

La Virgen de la Victoria ha realizado este viernes su salida procesional del 8 de septiembre, jornada en la que el pueblo de Melilla volvió a rubricar, tal como se hiciera en 1756, su juramento a una advocación mariana de 267 años de historia local. La patrona, que inició su salida desde el interior de la iglesia del Sagrado Corazón, fue homenajeada por el grupo de Regulares, hermano mayor honorario, que le dedicó su himno. El evento contó con una gran afluencia de público. Las autoridades estuvieron igualmente presentes, entre ellas las de las principales instituciones: Juan José Imbroda por la Ciudad Autónoma, Sabrina Moh por la Delegación del Gobierno y por la Comandancia General Luis Sáez Rocandio.

La Virgen de la Victoria, patrona melillense desde 1756, volvió a salir en procesión por las calles de Melilla, portada en el hermoso trono adquirido hace cinco años por la Congregación de la Victoria y sus 45 portadores.

No faltaron a esta cita las primeras autoridades civiles y militares, encabezadas por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que como marca la tradición, no llevó la vara o bastón de mando durante el recorrido por ser la virgen alcaldesa perpetua de Melilla.

La patrona fue escoltada por el Regimiento de Regulares, por las autoridades de la ciudad, por la Policía en traje de gala, la junta de gobierno de su congregación, así como hermanos mayores de otras cofradías y representantes de las Casas de Melilla, así como por una cohorte de mujeres y niñas ataviadas con el traje regional.

Cientos de personas siguieron el discurrir de la procesión mariana. Uno de los momentos más emotivos se vivió a las puertas del Sagrado Corazón cuando la patrona, elevada al cielo por sus costaleros, recibió vivas y aplausos de los cientos de melillenses congregados en una abarrotada Plaza de Menéndez Pelayo. Allí, el vicario Eduardo Resa dedicó una oración a la patrona, a la que pidió siga protegiendo al pueblo de Melilla.

La salida procesional finalizó con el desfile de los hombres de Regulares, que rindieron de esta forma honores a la patrona. Después, lentamente y mecida por sus hombres y mujeres de trono, la patrona regresó a su casa provisional en el Sagrado Corazón.

 

Leyenda

En torno a la imagen de la Virgen de la Victoria existe una leyenda que recordó hace dos años Ángel Gil, ex fiscal de la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria, y es que la imagen de la Virgen no llegó nunca a América donde se había previsto que fuera conducida, porque la providencia quiso que fuera trasladada a Melilla. Según cuentan, tras sufrir un naufragio la nave que la llevaba a tierras americanas, cuando iba a ser subida a otra embarcación, desvió la virgen su mirada hacia Melilla y hacia la ciudad fue conducida.

El 3 de febrero de 1756, el mariscal de campo Antonio de Villalba y Angulo, proponía a la Virgen de la Victoria patrona y señora de Melilla. El 13 de junio del 1948 fue coronada con los honores de capitán general con mando en plaza. En 2018 se cumplirán 70 años de este acto.  La corona la compraron los melillenses mediante una cuestación popular. Entonces, costó un millón y medio de pesetas, hoy está valorada en más de 200.000 euros. La corona lleva incrustados 586 brillantes blancos, 186 zafiros, 203 rubíes y 15 chapas de esmalte fino. Fue elaborada por el orfebre melillense José Madrid. La obra, de estilo gótico, está inspirada en la corona de plata de la reina Isabel la Católica.

El 13 de junio de 1998 fue además proclamada alcaldesa perpetua de la ciudad. La imagen pertenece a la escuela levantina y es una virgen de galeón. Inicialmente se la conocía como la Virgen del Mar de Alborán, pero Pío V, tras la batalla de Lepanto, la denominó de la Victoria.

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Redacción

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