El presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Melilla, Chakib Mohamed, informó a MELILLA HOY que es insuficiente la medida del Gobierno de la Ciudad de ampliar el horario de cierre del sector de la restauración de 21’30 a 22’30 horas, pues considera que “seguimos sin poder ejercitar la actividad en el segundo turno” y considera esencial que este colectivo pueda cerrar sus negocios a las doce de la noche. Además, el propietario del Restaurante La Trivata calificó el año 2020 de muy negativo, “sin un futuro a corto y largo plazo”, en el que muchos negocios “se han desestructurado de su idea inicial por las restricciones y las limitaciones”. -¿Cómo ha ido el fin de semana con el nuevo horario de la hostelería, pues se ha pasado de cerrar a las 21’30 a las 22’30 horas?
El sector de la restauración no puede desarrollar la actividad al veinticinco por ciento, entre las limitaciones y las restricciones por las tardes, ya que seguimos sin poder ejercitar la actividad en el segundo turno, el de la tarde-noche. Los bares y las cafeterías hacen uso de más horario, pero nosotros, la gran mayoría, no vemos viable abrir, sacar a las plantillas del ERTE completo para trabajar una hora y poner las máquinas en funcionamiento durante dos horas para una hora de fracturación, así que hasta que no tengamos como horario de cierre las doce de la noche no podremos desarrollar nuestra actividad. Entendemos perfectamente la situación a nivel nacional, pero como en Melilla tenemos un confinamiento perimetral, creo que los datos se han podido bajar en este confinamiento y en esta limitación de movimientos, que la tenemos por naturaleza, la única vía de movimiento es por puerto y aeropuerto, pero si se limita y controla tendremos una situación ejemplar, si Dios quiere, como la que hemos tenido en la primera oleada.
-¿Durante todo este tiempo cómo se está desarrollando el cumplimiento de las normas?
Ahí está, aunque los datos los tienen las Consejerías de Seguridad Ciudadana y de Salud Pública, pero exigimos que se cumplan por el bien del sector que las respeta. Nos llegan rumores y quejas de algún sector, pero no vamos a asumir esa responsabilidad.
-¿Cómo se afronta la Navidad con tantas restricciones?
A nivel nacional ya se está viendo, que pasen, pero vamos a ver cómo llegamos al 2021 y quién subsiste, pues los ERTEs no han llegado todavía. Además, nuestros empleados no han cobrado desde hace dos meses y la situación es dramática. Los empresarios que han podido pedir un prestamo están pidiendo ayuda a sus propios empleados, los sindicatos no se manifiestan al respecto, la Administración tampoco y desde la Asociación de Hosteleros estamos haciendo reivindicaciones de tipo sindical, ya no empresarial.
-¿Cuál es su valoración del año 2020 en general?
El año ha sido muy malo y todo ha sido destructivo. Lo que hemos conseguido en treinta años se ha ido al garete, tanto a nivel local como nacional. Es un desorden, sin un futuro a corto y largo plazo. Hay algunos negocios que se han reinventado o mejor dicho se han desestructurado de su idea inicial, y algunos que no pueden llevarlo a cabo, como el sector del ocio, el de la restauración, por las restricciones y las limitaciones, pero esto es lo que hay.
¿Qué tal se ha desarrollado la Comisión de Seguimiento de Salud Pública?
La Asociación de Empresarios Hosteleros de Melilla se reunió el pasado lunes con los técnicos, pero el consejero no estuvo presente en dicha reunión. Hemos propuesto unas pretensiones de desescalada y dando un poquito más de flexibilidad, analizando cuál ha sido la evolución de la pandemia en Melilla y de nuestro sector. Hemos expuesto defender la situación y el control epidemiológico, desde el punto de vista hostelero con respecto a cómo se está desarrollando y las restricciones que hay en ciertos locales, en la hostelería y en eventos. Sin embargo, se están celebrando fiestas, invitando a la clandestinidad, pero viendo que esa actividad se está desarrollando de forma ilegal y privada, creemos que si se realiza en lugares y establecimientos de la hostelería, el riesgo será mínimo que si la gente lo hace sin ningún tipo de medidas en domicilios privados, familiares y demás. Hemos defendido unas posturas, como la ampliación de las terrazas en locales que no están en núcleos urbanos y que llevan esa licencia excepcional para quitar la presión en las mesas y que la gente no se acumule esperando su turno en locales que tiene muchísimo más espacios, y están a un quince o veinte por ciento. También se están organizando eventos en casa y centros privados, y por lo menos pedimos que se haga en sitios que están establecidos para ello. El consejero no ha estado en la reunión, pero imagino que tendrá que contestar al respecto.
