Las declaraciones de la consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín, ofrecida a los medios de comunicación el 25 de noviembre, en las que afirmaba que no "tenia ningún conocimiento" de lo que ocurre con los trabajadores del centro Gámez Morón, ha provocado que Comisiones Obreras salga a desmentir a Garbín y se "muestren sorprendidos" por estas manifestaciones. Según el sindicato, los empleados sufren agresiones: tanto graves como leves, por parte de los usuarios del centro. Ayer tuvo lugar en la sede del sindicato de Comisiones Obreras, una rueda de prensa para responder a la consejera de Bienestar Social y Sanidad, Mª Antonia Garbín, sobre sus declaraciones a cerca del centro Gámez Morón. En las que la consejera aseguraba, "no tener ningún conocimiento de todo aquello que denunciaba el comité de empresa, y que le sorprendía mucho la actitud y, sobre todo, que se le diera a conocer la situación través de los medios de comunicación".
Ricardo Jimeno, secretario general de la Federación de Enseñanza, alegó que Garbín sí que tenía conociendo de las circunstancias que estaban "sufriendo los trabajadores del centro", y que además, se puso el caso en conocimiento de la opinión pública después de dárselo a conocer a ella y a la empresa Eulen, responsable del centro. "El día 18 de noviembre se hizo entrega del mismo escrito a la consejera y a Eulen y, unos días después se envío a los medios de comunicación". Según el sindicato, no "recibieron ninguna respuesta".
Los trabajadores del centro Gámez Morón se quejan de los continuos "malos tratos" por parte de los usuarios. "En los 2 ó 3 años, se han producido más de 20 agresiones graves: roturas de hueso, hospitalizaron y bajas muy prolongadas", relató Jimeno.
