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El rincón de Aranda

Carta desde La Purísima XVI

Marbella, como hoy todo el mundo la conoce, no se parece en nada a la de hace más de un siglo, cuando los quintos nacidos allí, como en cualquier lugar de España, debían incorporarse al servicio militar, para servir a la Patria. Entonces era un pueblo costero, de pescadores, de unos ocho mil habitantes, pionero de la siderurgia española. Yo recuerdo que en los años sesenta, aún existía una cinta transportadora que cruzaba la N 340, desde una mina cercana hasta un muelle, donde los barcos cargaban el mineral. Hoy me voy a referir a dos de esos quintos: Juan Céspedes Mata, y José Civajas Treviño. Éste pertenecía a la 2ª Cía. del Bon. de Tarifa nº 5, y aquél a la 3ª Cía. del Bon de Segorbe nº 12. Estos batallones pertenecían a la 2ª Brigada Mixta de Cazadores, al mando del General D. José Morales, y como Jefe de E. M., el Cte. D. Gerardo Sánchez Monje. El que escribe la carta de hoy, es José Civajas Treviño, y dice así:“Queridos melillenses: Soy José Civajas Treviño, y tengo 23 años. Os estoy escribiendo desde la Fosa Común, en la Purísima. Soy soldado de la 2ª Cía. del Bon. de Cazadores de Tarifa, nº 5. Nací en Marbella, en el Barrio de la Fontanilla, pueblo costero de la provincia de Málaga, que por lo visto, en la actualidad, debido al turismo, ha cambiado tanto, que apenas lo reconocería, por lo bonito que está. Yo fallecí, en el Hospital Militar, a las 9 de la mañana del 25.11.1909, de una gripe muy fuerte, y me hallo en la fosa común, junto a los demás compañeros, que cayeron bajo las balas de los moros. A mi lado tengo a un paisano mío, que nos conocemos desde niños, y se llama, Juan Céspedes Mata, nacido en la calle Muro, muy cercana a la Plaza de los Naranjos; el que siempre se ríe de todo y de todos. Este, en la vida civil era jornalero, como yo. Tenía 22 años cuando, a las 12 de la mañana del 12.019.1909, fue muerto, en la 2ª Caseta, por una bala de los moros. Él me dice, que como tiene el brazo herido, y no puede coger el lápiz, que lo haga yo. Como sé que no sabe leer, ni escribir, para que no se ofenda, yo lo hago de buen grado, porque, aparte de ser un buen compañero durante nuestra corta vida militar, fue el que me recibió aquí, en La Purísima, el día que me trajeron. Él se encuentra en el Panteón Margallo, y yo en la Fosa Común. Pero, como algunos de nuestros compañeros comentan: Qué importa que nuestros restos se encuentren a pocos metros de distancia, si nuestras almas estarán juntas toda la eternidad. Lo que si os ruego es que, cuando visitéis a algún familiar, y paséis junto a nosotros, rezad una oración por todos los que descansamos en este precioso jardín. El que no sepa, o no desee rezar, que se detenga un minuto y nos brinde una sonrisa, o un: “¡Hola, soldados!”. Con eso nos conformamos, solamente: una sonrisa. Tengo que decir que las almas de muchos de los compañeros que embarcaron tras finalizar nuestra Campaña, de 1909, en los vapores: “Mahón”, “Ciudad de Cádiz”, “Rabat”, “Villarreal”, y “Delfín”, acuden, de vez en cuando, desde los lugares donde reposan sus restos, para charlar de aquéllos tiempos tan penosos, pero al mismo tan gloriosos para nuestra Patria, ya que le ofrecimos lo más preciado que poseíamos: nuestras vidas. Sin nada más que deciros, tanto Juanito Céspedes, como yo, Pepe Civajas, os enviamos un fuerte abrazo, con todo nuestro cariño, con la esperanza de que no nos olvidéis nunca”.Yo sé que estos dos marbellíes, héroes de la Campaña de 1909, como todos los que reposan junto a ellos, desde los generales, hasta el último turuta, de cualquier regimiento, sus almas están, y estarán siempre presentes en todos los fastos que se celebren en la ciudad supliendo, con todo el orgullo de patriotas, a los nuevos españoles, oriundos del Rif, que jamás han acudido a estas celebraciones, aduciendo que son “hechos de sangre”. No les he colocado comillas a las palabras: españoles oriundos, porque se las dejo a la elección del lector. Me refiero a la Conquista de la Ciudad por D. Pedro de Estopiñán. Como anécdota histórica debo decir que en 1859, “el Ayuntamniento de Marbella acordó premiar con tres reales diarios, los dos primeros heridos que se inutilizaran y fueran naturales del pueblo (sic).”Y como en cada “carta” yo solicito, que La Purísima sea denominado: “CEMENTERIO NACIONAL DE HÉROES”. Y quien desee leer el “Pedimento de la Virgen de la Victoria”, solo debe escribir: http://.pedimento.blogspot.com.es/.

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