¡Sí! dijo María Jesús;
¡Sí!, dijo Jesús a sus Padre
y sí, dijiste tu
hace veinticinco años.
¡Sí! a la vida.
¡Sí! al amor.
¡Sí! al entregar tu vida
por el Reino de nuestro Dios.
Con todo te habrás encontrado;
días lluviosos, días de sol,
pero siempre descubriendo
el gran cariño de Dios.
Hoy te sientes orgulloso
de haberte entregar a Él
de gastar tu vida entera
por el que a ti se entregó.
Roberto, siempre mirando adelante,
con tus brazos extendido,
acogiendo con amor,
a los amigos y menos amigos.
los que te apreciamos,
pediremos siempre por ti
que nunca defraudes
al que te escogió para sí.
Mo te cases de seguirle,
El no se cansa de ti;
sigue feliz a su lado
esos veinticinco años
lo han hecho muy feliz.
¡Felicidades, Roberto!
y que llegues a los cincuenta
¡Bodas de Plata” ¡Bodas de Oro!
y Cristo, tu mejor recompensa.