La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) advirtió ayer de que podría estar produciéndose una posible vulneración de derechos fundamentales y de la Ley por las “mal llamadas devoluciones en caliente” de inmigrantes a Marruecos cuando pretenden entrar en Melilla de manera irregular. Esta denuncia, que AUGC ha hecho pública en ocasiones anteriores en los últimos meses, fue reiterada ayer por la visita de los responsables nacionales de AUGC a Melilla, en la que aprovecharon para plantear una serie de reivindicaciones y propuestas al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín. Antes de entrevistarse con las autoridades, el secretario general de AUGC, Alberto Moya, el secretario de Comunicación, Juan Antonio Delgado, y el secretario provincial de AUGC en Melilla, Yamal Al-Lal, mantuvieron un encuentro con los medios de comunicación para transmitir a la opinión pública su preocupación ante el panorama actual, en el que la presión migratoria es muy elevada en la frontera que custodia la Guardia Civil, y que prevén que no descienda ante la llegada del buen tiempo.
El secretario general de AUGC, Alberto Moya, afirmó que se han constatado situaciones de posible vulneración, de lo que ya se han hecho eco otras instituciones como el Defensor del Pueblo o la Conferencia Episcopal, lo que supone para los guardias civiles posibles responsabilidades legales y un “descrédito” a la labor que hacen.
Moya lamentó que esta situación está empañando la buena imagen que la sociedad tiene de la Guardia Civil, y está provocando además un malestar generalizado en el Cuerpo, ya que los agentes que deben desempeñar estas obligaciones laborales “no están recibiendo órdenes claras y precisas de cómo actuar”.
“La situación se agrava por momentos y ya hay procedimientos judiciales abiertos instruyéndose”, dijo el responsable nacional de AUGC, que recordó que esta entidad, mayoritaria en la representación de guardias civiles en España, lleva pidiendo desde mayo del año pasado un protocolo de actuación para estas situaciones.
Así, subrayó que este protocolo es una necesidad “prioritaria”, ya que sería una instrucción acorde con la legislación que contendría “órdenes claras y precisas” de cómo debe actuar la Guardia Civil ante la detención de inmigrantes en situación irregular porque acaban de acceder al territorio nacional.
“Esto debe garantizar jurídicamente el ejercicio de nuestras funciones”, dijo Moya antes de recordar que la Guardia Civil es un cuerpo policial de naturaleza militar, de modo que sus miembros, en caso de tener responsabilidades penales, deben enfrentarse además a un tribunal militar si no cumplen las órdenes de sus mandos, lo que conlleva penas más elevadas.
Según el responsable de AUGC, este protocolo debe contemplar la cooperación con otros servicios públicos, como la Policía Nacional o Salvamento Marítimo, ya que “la Guardia Civil es un instrumento más al servicio del Estado de Derecho, pero no el único”.
Sin embargo, lamentó que esta petición, planteada en mayo de 2013, no ha sido tenida en cuenta hasta ahora, algo que a su juicio se debe a que “no saben lo que tienen que hacer” ante esta situación de presión migratoria que sufre Melilla. Sin embargo, insistió en que los guardias civiles “como servidores públicos necesitan garantías”.
Otras peticiones
Además de este protocolo, Moya también pidió que se amplíe el catálogo de puestos de trabajo de la Guardia Civil en Melilla, donde la Comandancia tiene “un déficit importante”. En un primer momento, el secretario de Comunicación de AUGC, Juan Antonio Delgado, cifró en un centenar la falta de agentes en la Comandancia de la Guardia Civil de nuestra ciudad. Sin embargo, el secretario provincial de AUGC, Yamal Al-Lal, elevó esa necesidad a “300 ó 400” porque esos cien de los que hablaba Moya serían solo para cubrir las necesidades que hay en los pasos fronterizos.
Según Al-Lal, existe en estos momentos una sobrecarga de trabajo en los guardias civiles destinados en los cuatro pasos fronterizos que hay entre Melilla y Marruecos, en los que los agentes “reciben agresiones casi a diario desde el otro lado de la frontera”. Pero a eso “se añade la presión migratoria en el perímetro”, recordó Al-Lal, en cuya opinión ese refuerzo de 300 a 400 agentes es necesario porque “no se puede parar una avalancha de 800 o mil personas y que en ese momento haya tres o cuatro guardias civiles” como se ha podido observar en las imágenes de los asaltos difundidas por Interior.
Al-Lal reconoció el refuerzo que se ha hecho por la llegada de varias unidades del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), cuantificado por la Delegación del Gobierno en cerca de 200 efectivos. Así, el responsable provincial de AUGC confió en que la presencia de los GRS en Melilla “dure” porque “la inmigración no va a cesar” dada la cercanía del verano, época en la que es más frecuente la llegada de pateras.
En este sentido, dijo que es necesario que la Guardia Civil tenga su propio Servicio Marítimo en Melilla, lo cual es compatible con el trabajo que desempeña el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Según explicó, si Melilla contara con el Servicio Marítimo se podrían interceptar a las pateras desde una “situación de dominio” y no “a la misma altura” como ocurre ahora.
Alberto Moya también pidió una mejora de los medios materiales, ya que “la Guardia Civil trabaja en unas condiciones lamentables”, con medios “primarios y arcaicos”, así como medidas eficaces en prevención de riesgos laborales, ya que en la plantilla no hay campaña de vacunación ni reconocimientos médicos a pesar de la posibilidad de que los inmigrantes a los que tratan de frenar en la valla pueden llegar con enfermedades.
El secretario provincial de AUGC-Melilla enumeró otras de las reivindicaciones de esta asociación hacia los guardias civiles que más están sufriendo la presión migratoria en su custodia de las vallas. Así, dijo que es necesario compensar esta situación con un aumento de días de vacaciones y un plus de peligrosidad que está pidiendo el Cuerpo Nacional de Policía. También que se permita a los agentes que están en el control fronterizo cambiar de puesto.
Las medidas de Interior
Juan Antonio Delgado, afirmó que con las medidas que ha adoptado el Ministerio del Interior en la frontera, como es la instalación de mallas antitrepa, “no se va a solucionar” el problema de la presión migratoria que sufre Melilla, por lo que pidió “más altura de miras” y una mayor implicación de las instituciones europeas con medidas que ayuden en el origen de la inmigración. No en vano, aseveró que “contra la miseria no hay una valla ni dos”, y “con la concertina no se ha frenado” la presión migratoria sobre Melilla.
AUGC no descarta organizar una concentración en Melilla si no se tienen en cuenta estas propuestas, que serán trasladadas al Congreso de los Diputados, el Defensor del Pueblo y otras instituciones del Estado. También ayer se las hicieron llegar a las dos instituciones melillenses, la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno. AUGC lamentó que no pudieron hacer lo mismo con la Comandancia de la Guardia Civil porque su responsable no los recibió por problemas de agenda.
Además, Alberto Moya denunció públicamente el “ninguneo” y la “persecución” que, según dijo, han recibido responsables de AUGC por parte de algunos mandos de la Guardia Civil mediante la apertura de expedientes disciplinarios, exceso de celo en la fiscalización de sus servicios y cambios forzosos de servicio “a lugares peores”. Una actitud que, según dijo, también se produce en Melilla, donde se ha abierto un expediente.
