Aplicaba betún a mis zapatos de invierno por aquello del tiempo que, entre lluvias y fríos (pensaba yo), proveyendo su defensa contra deterioros posibles, sin pensar que eso que llaman cambio climático, me iba a hacer trabajar más de lo debido en el lustre de mis zapatos por no usar los papales.
Curioso es que, mientras tanto, esa cierta sediciosa burguesía layetana me quería meter el corazón en un puño, sin importarla mi fe constitucional. Todo lo contrario, quieren seguir aumentando su 3% sin que nadie les vigile, que es en el fondo su ambición o lo que es lo mismo, seguir amañando; mientras que el pueblo les hace de limpiabotas, y es lo mismo que sean layetanos o "charnegos", vacceos, cántabros o astures, vascos o gallegos, canarios o gimnesienses, andaluces o extremeños, melillenses o ceutíes, castellanos leoneses o manchegos, navarros o valencianos; en fin, que no tienen vergüenza alguna y menos aún honor a su firma constitucional. Con lo cual hoy hay que hacer cumplir la Ley, ya que hablar, conversar o dialogar inclusive ya se hizo en los años 75 al 78, por lo que aquí no caben más pamplinas demagogas y cesiones que ya se hicieron siempre (en dicta blanda o democracia) demasiadas.Aquí pasa como la educación y el derecho del menor que, terminan pegando a sus padres o al que pillen por en medio ¡y no les toques! Y no digamos del abuso o maltrato de género (asesinato puro y duro). Maltrato es alzar la mano, sea verbal o físico. Pero la demagogia del nuevo humanismo liberal, nos hace no tomar más enserio unas penas contundentes, como sería marcar por ley a la criminalidad como causa suficiente para aplicar la cadena perpetua revisable. La injusticia social es a su vez una quimera en este mundo de neoliberalidad del euro o de cualquier otra moneda y divisa, la reforma laboral no puede quedar en manos externas (U.E.) ya que cada país tiene necesidades diferentes, producciones diferentes por costumbre y sobre todo un capitalismo muy diferente.No se puede estar llorando constantemente al amparo del paraguas de la multinacional y de sus medios de presión (lobbies), más aún cuando lo global quiere estigmatizar a todos bajo el sello de un gueto, donde la nacionalidad no sirve para nada más que no sea para un servicio barato a laexplotación. Hoy en día lo tenemos "todavía" incipiente pero a la vista y en práctica de experimentación. Lo que no se explica es que, en esta España nuestra o de ellos (los Pujol, Bárcenas, Mas, eres y correas, etc.) hayamos pasado por manos (políticamente) centristas, socialistas y derechas, todos ellos más demócratas y neoliberales sin dogma, que nadie, pero que han dejado a la dicta blanda en un altar en el santuario del Señor, hoy lleno de publicanos y fariseos, dando pie a tanto sinvergüenza y traidor a la Constitución Nacional.
Amigo Rajoy, se ha terminado la pamplina, lo que hay es aquello de que "españoles todos, tenéis al enemigo dentro de casa" y tenía razón. Se acuerdan ustedes de aquellos antisistema que pululaban aquí y allá en plena democracia, pues ahí los tienen en la CUP ayudando a Mas y Cía., aunque ahora la serpiente se muerda la cola. A propósito, quién pagaba a estos, tantos desplazamientos para enturbiar la política democrática…
Apretémonos el cerebro para las elecciones, porque si Rajoy no resuelve y bien la acción ya secesionista, va a repercutir en la votación, ya que si los secesionistas salieran indemnes aun no consiguiendo la separación, el pueblo español no lo va a perdonar, así como así. Ha llegado la hora del dogma nacional por encima de todo. El que la haga que la pague.
