Basándose en las declaraciones de la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, antes del inicio de este curso escolar, donde aseguraba estar preparando un plan de “adaptación climatológica” en los centros educativos, con una dotación aproximada de 200 millones de euros, que acordaría con las CC.AA., una vez aprobados los PGE para 2023, ANPE Melilla ha informado que a través de un medio de comunicación, se han enterado de que esta partida presupuestaria finalmente se decidió incorporar a los FF.EE. del Ministerio de Transportes, a través de dos planes: uno para comunidades y otro para municipios. Al respecto, señala que fuentes de Educación han manifestado que “es un plan de rehabilitación de edificios públicos, pero la ejecución del dinero corresponde a las autonomías y ayuntamientos, que son los titulares de los colegios”. “En breve”, añaden, darán a conocer el dinero que ha solicitado cada administración.
ANPE Melilla apunta que las altas temperaturas cada vez son más frecuentes e intensas en nuestro país y la gran mayoría de los centros educativos no reúnen las medidas oportunas para hacer frente a las “olas de calor”; lo que provoca ansiedad, irritabilidad y dificultades de concentración en los alumnos, afecta a su rendimiento escolar y supone un peligro para el bienestar físico y la salud del alumnado y el profesorado, además de incumplir la legislación vigente; agravándose en las actividades de educación física, extraescolares, laboratorios, talleres y deportes en general.
El Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, recoge en el Anexo III que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17º C y 27º C.
Desde ANPE Melilla exigen al Ministerio que se coordine con las distintas administraciones autonómicas para que se establezca una planificación acorde a un estudio previo de las necesidades de cada centro educativo, para garantizar una óptima climatización y donde los docentes y alumnos puedan seguir realizando su labor de enseñanza y de aprendizaje sin que corra riesgo su salud.
