Entender la enfermedad de Alzheimer es complejo, muy complejo, porque la mejor persona que te lo puede explicar se llama “Experiencia”, sí, experiencia de haberla compartido día a día en tu propia casa, o como en mi caso, en mi propio trabajo….. Y aunque ha sido duro para mí, lo es mucho más para sus familias que son las que cargan el peso en sus hombros, tantos años como la enfermedad decida quedarse en casa
Es duro observar el sin sentido de sus palabras, de sus movimientos, de sus gestos……surgen sin sentido, está todo desordenado, es así, es como una habitación desordenada.
Es duro ver, cada día, al entrar en mi centro de trabajo, como te observan, como te miran muchos de ellos, y puedes descifrar su mirada, en la que se preguntan…. ¿Es mi hija? ¿Es mi hermana? ¿De qué me suena esta chica? A saber……porque ellos no saben nada, les sueno de algo pero no saben de qué exactamente……a veces puedo percibir el cúmulo de preguntas que se hacen a sí mismos sobre lo que están haciendo en ese momento y es en ése mismo instante de desorientación cuando empieza mi labor y les hago reubicar su atención en lo que están haciendo, por ejemplo, si están comiendo…. ¿Te gusta este guisadillo?…..si hacen operaciones matemáticas…. ¿Te ayudo con los números? Porque son muchas veces las que se les olvida continuar con su tarea, la que tienen en frente, y eso impacta….y después de cinco años me sigue impactando, y me asusta ver la velocidad que toma la enfermedad en algunas personas y las curiosas rarezas que la enfermedad produce en cada una de ellos
Tenemos casos de mujeres de 90 años preguntando por su madre, hombres que dicen vivir actualmente en Marruecos, otros que se quieren ir a trabajar al que fue su negocio, otros que preguntan por sus cónyuges que fallecieron hace años y es por esto por lo que adoro este trabajo, porque presto mi ayuda continua para que no se desorienten, para que se encuentren como en casa, para entender sus altibajos emocionales, sus inquietudes y sus confusiones continuas……porque ante todo trabajamos con PERSONAS, que se multiplican por 10 cuando se trata de una persona con Alzheimer y necesitan tu atención continua y vocacional que nunca es poca
Mucha gente me pregunta ¿Tú crees que son conscientes en algún momento de lo que les pasa? Y dudosamente respondo con un sí, pero en algún momento de esa breve consciencia se vuelven a olvidar, ojala lo pudiera saber con certeza pero son sólo impresiones mías
Pero las emociones es lo mas importante en este impresionante campo, y no hablo precisamente de las de ellos, sino de las nuestras, las de los trabajadores y personalmente las mías, los que sí se quedan en mis recuerdos, son las emociones que me llevo a casa cada día, porque me inyecta de energía saber que conectas con ellos emocionalmente, con una mueca, un beso, un guiño o una caricia que me apresuro a dar cuando presiento que alguno de ellos lo necesita y saber que perciben ese dialogo emocional, y que es universal porque todos lo entendemos y recibir como respuesta un agradecimiento en la mirada, sin tener que decirme gracias, porque ese lenguaje universal nadie lo puede borrar …..Ni siquiera el Alzheimer!! Y es ahí en ese momento cuando sabes que merece la pena compartir con ellos parte de su maldita enfermedad y también de su felicidad ya que éste es nuestro objetivo final, que hasta su último suspiro sean felices…..esto, es tremendamente gratificante
Por último, cerrar este artículo citando a los incansables luchadores de esta batalla, que son los familiares y cuidadores de los enfermos de Alzheimer porque sabemos que son los auténticos protagonistas y sufridores en las historias de Alzheimer, ya que únicamente ellos recuerdan la vida de su familiar enfermo de Alzheimer, y son testigos de este complejo engranaje de recuerdos que se va desintegrando lentamente para acabar cuidando a un niño en casa, en una cuenta hacia atrás irremediable y orgullosos de su labor, devuelven el amor que en casa nunca les faltó
