La dirección deportiva del C.D. Enrique Soler de Melilla sigue a un ritmo frenético en la confección de sus dos plantillas de categoría nacional y en la jornada de este jueves alcanzó un acuerdo para la contratación de Iñaki Ordóñez Ochoa para el equipo que milita en la LEB Plata. El nuevo componente de la plantilla colegial juega de ala-pívot, tiene 20 años de edad, mide 2’05 metros de altura y llega procedente del Basket Navarra, también de la LEB Plata.
Iñaki Ordóñez (nacido en Pamplona el 01-01-2003) es hijo de Leticia Ochoa, ex-profesional de baloncesto, y de Iñaki Ordóñez Mañas, exjugador internacional de balonmano. Es un jugador formado en las categorías inferiores del C.D. San Cernin, C.D. Mutilbasket y Basket Navarro Villoslada.
Ya, en 2017, con 14 años de edad, ingresó en el F.C. Barcelona para formar parte de sus categorías inferiores hasta que en la temporada 2021-2022 debutó con 18 años en el filial de la Liga EBA, con el que logró el ascenso a la LEB Plata.
Posteriormente, el pasado verano firmó por el Basket Navarra Club, de la Liga LEB Plata, club en el que rindió a un gran nivel y firmó una gran temporada, consiguiendo 7’2 puntos por partido (48,4% en tiros de 2, en triples un 26% y en tiros libres un 64,4%). Además, su gran altura le ayudó para capturar 3’4 rebotes, que unido a sus 1’3 asistencias sumó 7’5 créditos de valoración en los 22 minutos que estuvo en pista.
Cabe destacar que Iñaki Ordóñez es internacional en las categorías inferiores con la Selección Española Sub-16 y Sub-20, siendo llamado en junio del 2023 para el preparatorio del Eurobasket U-20 para disputar el Campeonato en Grecia en julio de ese mismo año.
La dirección deportiva del C.D. Enrique Soler destaca que Ordóñez “es un jugador muy versátil, en crecimiento como jugador y con constante progresión”. Además, su gran capacidad de tiro exterior “le hace especialmente peligroso, pero su forma de jugar sin balón para generar espacios, también le aportan mucho al equipo”.
De igual modo, cuenta con una “gran capacidad defensiva ,gracias a su juventud, físico y envergadura”, y es un jugador que “se sacrifica al máximo y nunca da un balón por perdido”.
