La Ciudad Autónoma empezará a finales de esta semana la reparación del torreón norte del Palacio de la Asamblea, que “se va a conservar con absoluta seguridad”. Después, una vez acabados los trabajos en este torreón norte (el más cercano al Casino Militar), y en función del resultado y la experiencia que se obtenga, el Gobierno local tomará una decisión definitiva respecto al torreón sur, que está “bastante más dañado”. Su intención es poder recuperarlo al igual que se va a hacer con el torreón norte, tal y como apuntó ayer en rueda de prensa el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Manuel Quevedo. El también consejero de Medio Ambiente, que ha coordinado todas las actuaciones relacionadas con el terremoto, subrayó la importancia de intentar recuperar los torreones porque “mantenerlos siempre va a ser más barato que tirarlos y construir de nuevo”.
Además de por el menor coste económico, Quevedo también hizo hincapié en el punto de vista histórico-artístico, ya que conservar los elementos originales del edificio, de 1948, es “infinitamente mejor que reproducirlos”. Sí habrá que sustituir algún elemento ornamental de los torreones, “pero no es lo mismo sustituir unos machones de ladrillo que el conjunto de la cúpula y todo lo que contiene el torreón”, dijo.
Estos trabajos de recuperación, admitió Quevedo, han sufrido un ligero retraso en su inicio debido a los temporales de viento que se han sucedido en los últimos días. De todos modos, dijo que “no hay una prisa especial” para “poner a personas a trabajar en esos espacios en estas situaciones de viento”, dado que los dos torreones están asegurados desde hace algo más de dos semanas gracias a las estructuras metálicas especiales que se han instalado.
Estas estructuras tienen un alquiler sin gasto adicional durante cuatro meses, de ahí que tampoco tengan mucha urgencia estos trabajos. Menos aún cuando se ha comprobado que están cumpliendo su función, ya que los torreones “siguen ahí, estupendamente y sin cambios” a pesar del terremoto de 5.1 grados de hace 8 días y el de 3.6 grados que hubo el domingo.
Lo que sí ha decidido ya de manera definitiva la Ciudad Autónoma es trasladar el archivo que había bajo los torreones, que ha sido desalojado completamente para poder acceder a ellos y establecer sistemas de fijación para las estructuras. Los documentos que allí se almacenaban ya no volverán a ese lugar.
