El triunfo del conjunto blanco da relevo a las tres Copas Intercontinentales que ha conseguido a lo largo de la historia, la última en 2.002 tras ganar al Olimpia de Paraguay. El diez veces campeón de Europa se ha convertido en un equipo invencible y parece haber destronado al F.C. Barcelona de tal condición El Real Madrid se ha convertido en este 2014 que llega a su fin en el mejor equipo del mundo, tras conquistar el pasado sábado el único título que faltaba en su extenso palmarés después de imponerse, en la final del Mundial de Clubes, al equipo argentino San Lorenzo de Almagro (2-0), en un partido que ha supuesto el cuarto trofeo de los merengues en los ocho últimos meses.
El conjunto blanco sólo había disputado la primera edición del torneo en el año 2000 y -en aquella ocasión- la experiencia no fue nada positiva para el plantel dirigido por Vicente del Bosque. Un Real Madrid que finalizó en la cuarta posición tras perder en la tanda de penaltis con el Necaxa mexicano.
Aquella desafortunada actuación en Brasil, escenario del primer Mundial de Clubes, desapareció este sábado en Marrakech tras doblegar a San Lorenzo de Almagro. Un triunfo que da relevo a las tres Copas Intercontinentales que consiguieron los blancos a lo largo de la historia, la última en 2.002 tras ganar al Olimpia de Paraguay.
Además, la victoria es la vigésimo segunda consecutiva del equipo de Carlo Ancelotti, que vive un dulce momento en este tramo de la temporada, seguramente una de las más exitosas del club capitalino, que ha levantado su cuarto título en los últimos ocho meses en las cinco finales que ha jugado.
La primera fue en el mes de abril, en la Copa del Rey ante el FC Barcelona, título al que siguió el de la Liga de Campeones, en mayo, ante el Atlético y la Supercopa de Europa en agosto ante el Sevilla, mientras que se escapó, a doble partido, la Supercopa de España ante los de Diego Pablo Simeone.
De igual modo, el diez veces campeón de Europa se ha convertido en un equipo invencible y parece haber destronado al F.C. Barcelona de tal condición. Carlos Ancelotti ha vuelto a dar con la tecla tras recomponer el puzzle tras la marcha de Ángel Di María y Javi Alonso, además de superar la crisis del inicio de Liga.
Y en el ámbito local destacar la victoria de la U.D. Melilla en la Ciudad Deportiva del Sevilla F.C. por 0-1 ante el filial, en un encuentro en el que se decidió desde el punto de penalti, a los catorce minutos del primer tiempo, transformado por David Sánchez.
Esta victoria, tercera del campeonato y primera a domicilio, saca a los melillenses de la zona de descenso. Ahora, tras el parón liguero por las fiestas navidades, es el momento de analizar si el equipo necesita ir al mercado de invierno, dada su sequía goleadora.
Por contra, el Club Melilla Baloncesto despidió el 2014 con una derrota, en una actuación para olvidar contra el Leyma Básquet Coruña (75-65). La cuarta derrota consecutiva a domicilio fulminó las ya de por sí escasas opciones de disputar la Copa Príncipe, aunque los de Alejandro Alcoba ocupan puestos de Play-Off, en la sexta posición y a solo 2 victorias del líder Ourense.
