Tanto las autoridades españolas como marroquíes han llevado a cabo en los últimos dos años diversas operaciones contra este tipo de grupos en Ceuta, Melilla, Madrid y territorio marroquí. En caso de haber logrado su objetivo, estas dos mujeres habrían ampliado la lista de decenas de radicales islamistas que han salido de España en los últimos años para combatir en Oriente Medio en las filas de grupos terroristas.
Este fenómeno es actualmente una de las principales preocupaciones de los gobiernos europeos por el riesgo que supone que estos elementos radicales puedan regresar a sus países de origen con un mayor conocimiento y preparación para cometer atentados.