En las elecciones generales al Congreso de los Diputados celebradas el 20 de diciembre de 2015 ningún partido político ha alcanzado la mayoría absoluta para nombrar presidente del gobierno de modo cómodo y solitario; ni siquiera se han aproximado a tal mayoría. Así pues ha surgido una situación nueva en nuestra política que requiere la negociación entre 2 ó 3 de,…
… los mayores partidos para sumar el número suficiente de votos. El nuevo campo de actuación debe semejarse más a Alemania que a Italia, pues debemos imitar a los mejores. Es evidente que España por su peculiar situación política (separatismo) y económica (necesidad de crecimiento económico y reducción de la tasa de paro), precisa tener un gobierno fuerte, constituido pronto, y descartar la hipótesis de celebrar nuevas elecciones generales, pues sería la prueba de “cerrazón mental” y de incapacidad de los partidos para avanzar en prácticas democráticas. Los partidos políticos deben asumir su responsabilidad, negociar y pactar el nombramiento de Presidente de Gobierno, como hacen los países de tradición democrática, aportando a la sociedad española (inquieta en estos momentos), a la Unión Europea, a los mercados… estabilidad política y gubernamental, pues la política no puede tratar sólo de alcanzar el poder a toda costa.
El art. 6º de la Constitución Española de 1978: Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
Ante la realidad que vivimos conviene a España que se forme un gobierno de coalición o, simplemente, con los apoyos necesarios, sobre la base de un programa, a negociar, que sea desarrollado en la legislatura, es decir, para los próximos 4 años. Esto deriva de la reflexión sobre el pluralismo político y la verdadera voluntad de los 17,25 millones de votos emitidos y recibidos por los partidos constitucionalistas; esta masa de votos acredita que los dos históricos partidos han retrocedido mucho y que han de incorporar ideas reformistas.
1º.- 17,25 millones de españoles, que representa el 65% de los votos emitidos, hemos votado por la Constitución y el respeto a la ley; los diputados representantes son 253 (PP 123+ PSOE 90+ C´s 40) del total 350 diputados. Este es el resultado básico electoral que desvirtúa la interpretación forzada (izquierda-derecha), que defiende el líder socialista, afirmando gratuitamente (porque no es verdad) que en España se ha votado mayoritariamente cambio a la izquierda, para lo cual intenta sumar ideas heterogéneas: PSOE 90+ Podemos 69+ IU2= 161, añadiendo a los incompatibles que están en el separatismo: (ERC 9, DIL 8 y 2 Bildu).
2º.- Está claro que se ha votado por la unidad de España, y lo prueba la representación de 253 diputados. No se ha votado a favor de la ruptura constitucional, ni de la pretensión separatista, ni de la pretensión de Podemos de celebrar referéndum masivos en las CCAA que lo deseen con el atrabilario argumento del inexistente “derecho a decidir” o el incongruente derecho de “autodeterminación”; prefieren olvidar que España es el Estado más antiguo de Europa, que convive pacíficamente en común desde hace más de 5 siglos y que la Constitución de Cádiz 1812 se aprobó en virtud de la soberanía de la nación española y quiso terminar con el absolutismo real.
3º.- Tampoco se ha votado por la radicalización comunista que llevaría a acabar con el modelo político democrático y del modelo económico español encuadrado entre los países europeos que reconocen las libertades individuales, la propiedad privada y la libre empresa. Estas conquistas pretenden destruirlas los 69 de Podemos y los separatistas 9 de ERC+8 de Convergencia (ahora D y L) + 2 de IU + 2 Bildu, que suman en total 90 diputados. El partido populista comunista Podemos (con 3,18 millones de votos), contrario a la democracia representativa, querría implantar el modelo totalitario fracasado de Venezuela, Cuba y URSS…en donde no se reconocen ni se han respetado los derechos humanos, ni los valores de libertad de expresión, de propiedad privada, empresa libre…; tampoco le importa la unidad de España aunque, paradójicamente, los estados comunistas nunca han reconocido ningún derecho a decidir en sus regiones.
4º.- Está claro que la mayoría de los españoles hemos votado para que se luche activamente contra los males que nos preocupan: paro y corrupción y, por supuesto, contra el separatismo excluyente. Ello exige implantar las reformas que tantas veces hemos comentado sobre las instituciones políticas, las administraciones públicas y los procedimientos utilizados y que deben incluirse en el programa aludido de coalición.
Es necesario que el plan contenga, entre otros:
A)El reconocimiento de la independencia efectiva del Poder Judicial y el fin de la politización de las instituciones, conformadas por cuotas políticas; reforma de la ley electoral.
B)Claridad estructural y financiera de los partidos, con efectiva democracia interna y transparencia de cuentas.
C)Medidas claras en la lucha contra la corrupción contenidas en un marco legal, administrativo y penal, sencillo, comprensible y visible que tranquilice a los españoles.
D)Cierre competencial de las Comunidades Autónomas, derecho a la educación en idioma español en la escuela, exigencia de cumplimiento legal y responsabilidad por la gestión desarrollada.
E)Reformas administrativas y económicas para equilibrar el gasto público; criterios objetivos para que los inversores lleguen a España, ofreciendo seguridad jurídica y económica para la creación de empleo privado que palie el desempleo superior al 20% de la población activa.
Hay dos posibles coaliciones: la primera es la gran coalición PP+PSOE (123+90= 213 diputados), a la que podría sumarse C´s, que exigiría el sacrificio de personalismos que, lamentablemente, favorecen los estatutos de los partidos que convierten al líder en una especie de administrador único del partido, casi inamovible. La segunda, la coalición PP+C´s (123+40= 163 diputados) con la abstención del PSOE, que habrá de tener conocimiento del documento programa a desarrollar por el gobierno de coalición y que habrá de ayudar a implantar.
CONCLUSIÓN: Los partidos PP, PSOE y C´s (todos o algunos) deben formar un gobierno de coalición en España por responsabilidad y madurez democrática, pactando un programa de reformas a desarrollar durante la legislatura de 4 años. Este gobierno de coalición reflejaría la voluntad de 17,25 millones de votos emitidos por los españoles constitucionalistas, preocupados por el paro, la corrupción, el desafío separatista catalán, y la necesaria continuación de la revitalización económica, imprescindible para crear empleo en el sector privado.
