La Semana. MH, 23/09/2024
Por: J.B.
Yolanda Díaz es la otra cara de Sánchez (este último es el anverso de la moneda y Díaz es el reverso de la misma moneda) y hace y dice lo que Sánchez no se atreve o no quiere hacer/decir.
El gran dictador (The Great Dictator) es una película estadounidense de comedia dramática, estrenada en 1940, con guion, dirección y actuación del genial actor de cine mudo, Charles Chaplin. Fue su primera película sonora.
Es una feroz y controvertida condena del nazismo, del fascismo, del antisemitismo y de las dictaduras del alemán Adolf Hitler, el italiano Benito Mussolini, así como de todas las dictaduras en general.
En clave de humor (la hizo antes de que EEUU entrara en guerra con la Alemania nazi), Chaplin desempeña los dos papeles principales, el de un despiadado dictador nazi y el de un barbero judío perseguido.
Nuestro “pequeño dictador” local (se va acercando cada vez más a ser un “gran dictador”, pero, gracias a Dios y a la Constitución, todavía le falta), Pedro, Pedrito, Pedrete (que diría el gran Jose María García) Sánchez, estaría encantado de hacer/decir las cosas que le permite a su vicepresidenta segunda
Nuestro “pequeño dictador” local (se va acercando cada vez más a ser un “gran dictador”, pero, gracias a Dios y a la Constitución, todavía le falta), Pedro, Pedrito, Pedrete (que diría el gran Jose María García) Sánchez, estaría encantado de hacer/decir las cosas que le permite a su Vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, si no fuera porque, si lo hiciera, los otros dirigentes (sin importancia debe pensar él) de su partido, el PSOE, podrían explotar, dejar de tragar bilis y botarle de la Moncloa.
Díaz es la cara B, es el reverso de la misma moneda o la cara menos amable (si cabe) del “pequeño dictador”.
Dos noticias recientes pueden valer como ejemplo:
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“’Eutanasia” fiscal: avalancha de donaciones y herencias en vida para blindarse de la subida de Sucesiones que prepara el Gobierno
Como es lógico, se está produciendo una avalancha de herencias en vida y donaciones para librarse de la subida del Impuesto sobre Donaciones y Sucesiones que proyecta el Gobierno. Se está haciendo a través de una donación normal a favor de los seres queridos o un pacto sucesorio o herencia en vida que puede realizarse en algunas comunidades. Se trata de un adelanto de la herencia, una especie de eutanasia fiscal, de muerte a efectos fiscales.
El gobierno quiere que las Comunidades Autónomas no puedan bonificar el impuesto y pretende crear unos mecanismos para que no sea posible o, en su defecto, se tenga que pagar al Estado (con lo que lo gestionaría/cobraría el gobierno central y no las Comunidades Autónomas). El gobierno lo llama “armonización fiscal”, cuando la realidad es que es un intento disimulado de que todos volvamos a pagar y que además sea el Estado quien lo cobre (con lo que ellos manejarán aún más dinero nuestro, su verdadero objetivo).
Yolanda Díaz volvió a la carga el pasado lunes en la presentación del programa de Sumar, exigiendo que se desarrolle la dichosa “armonización” si se quiere su apoyo a los Presupuestos de 2025 (amenaza que difícilmente cumplirá, aunque no le hagan caso, porque ella también le ha cogido gusto al sillón), que contiene subidas de impuestos por 27.000 millones de euros.
Mentiras, mentiras y más mentiras (la escuela de Sánchez triunfa): No van a gravar sólo a los ricos, nos van a gravar a todos
Para Montero (ministra de Hacienda), con los impuestos de Patrimonio y Sucesiones cedidos a las CCAA se ha producido un «vaciamiento fiscal de estas figuras» en España porque, primero Madrid, y después muchas más regiones, han decidido bonificarlas en torno al 100%. También declaró Sánchez, la semana pasada, que van a «acotar los privilegios de las élites y vamos a gravar a los que tienen dinero para vivir 100 vidas».
Mentiras, mentiras y más mentiras (la escuela de Sánchez triunfa): No van a gravar sólo a los ricos, nos van a gravar a todos. Nos quieren exprimir al máximo para luego subvencionarnos de manera subjetiva y tenernos controlados y dependientes de ellos.
2) Yolanda Díaz rabia contra los hoteles: exige a Sánchez que no publicite el turismo para que ganen menos
Sumar ha pedido explicaciones a Sánchez sobre por qué «bajo un Gobierno socialdemócrata» las hoteleras registran beneficios históricos.
Yolanda Díaz no ha debido caer en la cuenta de que casi el 13% del PIB de España provine del turismo y que el sector emplea a más de 2,8 millones de trabajadores.
La formación de Díaz pide «coherencia» y dejar de publicitar España como destino turístico para no favorecer a las empresas del sector.
Con el caso del turismo, la formación de Díaz se queda sola, ya que el Gobierno ha llevado a cabo numerosas inversiones para publicitar a España como modelo turístico.
El Gobierno ha impulsado un plan dotado con una inversión total de 3.400 millones de euros, en ámbitos estratégicos.
Las dos caras de la moneda o las dos caras del “pequeño dictador”, están de acuerdo en demasiadas cosas, pero lo están, sobre todo y para desgracia de la mayoría de los españoles, en que quieren que todos seamos iguales y pobres
Con la boca pequeña le han contestado a Sánchez, desde la parte socialista del gobierno, que “ en un contexto de demanda abundante como el actual, la promoción turística no se hace para traer más turistas a los mismos territorios, sino para atraer a los turistas que optimicen el desarrollo económico y social de los territorios que visitan, tratando de equilibrar territorial y temporalmente la distribución de los flujos turísticos, y adaptando la planificación y tipología de las acciones a los objetivos del Plan Estratégico”.
Las dos caras de la moneda o las dos caras del “pequeño dictador”, están de acuerdo en demasiadas cosas, pero lo están, sobre todo y para desgracia de la mayoría de los españoles, en que quieren que todos seamos iguales y pobres. Los que se acerquen a una economía desahogada (y por tanto no sean dependientes del gobierno de turno) son su objetivo y el manantial que hay que secar a impuesto limpio.
