Benaissa Yachou junto a su mujer y sus cuatro hijos de 7, 10, 1 y 12 años de edad llevan viviendo más de 13 años en una de las casas de un edificio sita en la calle General Polavieja que aún mantiene numerosos desperfectos por ser una casa antigua, y que empeoraron a raíz del seísmo que sufrió la ciudad hace ya casi año y medio. La familia vive principalmente del sueldo de Yachou pero temen por su integridad física cada día dado que tanto la vivienda como diferentes partes del edificio donde viven se encuentran con numerosos desperfectos. "No se puede vivir ahí", aseveró el padre de familia de cuatro niños, Benaissa Yachou, que lleva 13 años viviendo en un piso en la calle Polavieja que aún sufre graves secuelas del seísmo que se produjo en Melilla hace año y medio, así como las que ya tenía por la falta de mantenimiento y antigüedad del inmueble.
Es el motivo por el que Yachou cada vez que la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Melilla (Emvismesa) ha ofertado alguna promoción de viviendas sociales han solicitado un piso pero nunca se la han asignado pese a ser los únicos ingresos que reciben los de Yachou y que cuentan con el carnet de familia numerosa especial.
La última vez, en mayo de 2015 cuando Emvismesa ofertó 107 viviendas repartidas en tres promociones en Tadino de Martinengo, Gabriel de Morales y Jardín Melillense y aseguran que vieron como se las concedían a personas con solo tres años de empadronamiento y no a ellos que "llevamos toda la vida en Melilla".
Arreglos por la familia
Y es que la vivienda actual donde reside la familia se sostiene gracias a los numerosos arreglos que han hecho ellos mismos y no el propietario de la casa. Según cuenta Fatima El Ouariachi, la madre de la familia, el dueño ha hecho algunas actuaciones superficiales en el último año, pero sin llegar a hacer grandes reformas como las que necesitaría no solo la propia casa, sino el edificio entero, explica también Yachou.
"Todo se cae a pedazos y nadie arregla nada".El padre de cuatro niños cuenta que si bien han pintado no han arreglado las vigas que son antiguas y casi no se sostienen.
Además, Yachou muestra a MELILLA HOY todas las grietas que tiene el salón y sobre todo la más preocupante para la familia, en la habitación de los niños.
Fatima El Ouariachi lamenta que incluso han tenido que trasladar al niño al salón para que no duerma en su habitación, dado que temen que un día se desprenda la pared y pueda suceder cualquier incidente y es que Yachou asegura que el edificio está casi "en ruinas".
Según relata Yachou el edificio está hecho con material antiguo por lo que cada vez que llueve se producen filtraciones de agua, lo que da lugar a humedades e inevitablemente a manchas de moho.
El dueño ha informado a la familia de que ha pedido una ayuda a la Consejería de Fomento pero para reparar la fachada, pero si bien han pasado ya tres arquitectos por el lugar aún no le han puesto solución
