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Vuelo 4101 : Un documental que desentraña la olvidada tragedia aérea de Melilla

La UNED de Melilla proyectó el primer capítulo de una docuserie que explora los misterios de la tragedia aérea de hace 25 años. El documental busca aclarar los hechos, rendir homenaje a las víctimas y sus familias, y desmentir rumores y bulos.
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La UNED de Melilla ha acogido este jueves la proyección del primer capítulo de la docuserie creada por el director Alejandro Moreno, que desentraña los misterios de la tragedia aérea ocurrida hace 25 años

 

En la tarde de este jueves se ha llevado a cabo el visionado de un documental que promete arrojar luz sobre un trágico suceso que marcó a la ciudad de Melilla hace 25 años. La serie documental, titulada «Vuelo 4101«, consta de tres capítulos y aborda el accidente de una manera que va más allá de la mera reconstrucción de los hechos.

El director y creador del documental, Alex Moreno, desvela algunos detalles sobre la producción, que ha sido un trabajo conjunto de un equipo reducido de cuatro personas. En palabras de Moreno, quien desempeñó múltiples roles desde director hasta productor, la iniciativa “surgió de la necesidad de desmentir bulos que han circulado en la ciudad en los últimos años”.

La serie, que inicialmente iba a ser un proyecto más modesto, se transformó en una docuserie de tres capítulos debido a la abundancia de datos, imágenes y archivos descubiertos durante la investigación.

El objetivo principal del documental es, según Moreno, aclarar los hechos basándose en el informe oficial, rendir homenaje a las víctimas y sus familias, y reconocer a aquellos que participaron en el rescate de los cuerpos en el Cabo Tres Forcas.

“Este trabajo lleva a una gran carga emocional detrás, con un gran trabajo de investigación. Había días en los que volvía de las entrevistas destrozado. Pero todo esto sirve para arrojar un poco de luz en lo que pasó, para acabar con los bulos que circularon y circulan todavía hoy día por la ciudad, y sobre todo para dar a conocer a las familias qué fue lo que pasó y que tengan su espacio para expresarse”.

La trama del documental se divide en tres partes: el contexto histórico de Melilla y el nacimiento de la compañía PauknAir en el primer capítulo, seguido por una detallada explicación del accidente en el segundo, y concluyendo con testimonios de los rescatistas y las familias en el tercer capítulo. Lo destacable de este proyecto es su enfoque esperanzador.

A pesar de tratarse de un evento ocurrido hace un cuarto de siglo, el documental busca transmitir que la seguridad en la aviación ha evolucionado positivamente. Además, se aborda un tema controvertido sobre el piloto, desmintiendo rumores.

La iniciativa no solo busca esclarecer la verdad detrás de la tragedia sino también proporcionar un espacio para que las familias expresen sus sentimientos, ya que durante muchos años, este tema fue considerado tabú en la ciudad.

El evento de proyección no solo marcó el estreno de la docuserie sino también un acto de homenaje a las víctimas y sus familias, que durante décadas han quedado en el olvido. Este documental, más allá de ser una mera recopilación de hechos, se presenta como una ventana para comprender el pasado y aprender de él, brindando consuelo y cierre a aquellos afectados por la tragedia del Vuelo 4101.

El accidente de avión más trágico ocurrido en la historia de Melilla que sucedió el 25 de septiembre de 1998

El 25 de septiembre de 1998, el avión de Pauknair, un BAE-145, se estrelló contra una montaña cerca del Cabo Tres Forcas, apenas minutos después de despegar del aeropuerto de Málaga. La tragedia conmocionó a Melilla, ya que los 38 ocupantes, incluyendo 34 pasajeros y 4 tripulantes, perdieron la vida. Diecisiete de las víctimas tenían vínculos con Melilla, mientras que el resto provenía de Málaga.

El avión se desintegró al impactar, dispersando restos en un terreno rocoso de difícil acceso. Equipos de rescate españoles y marroquíes colaboraron para recuperar los cuerpos, que fueron trasladados a Melilla gracias a acuerdos entre ambos países. La identificación de los cuerpos, especialmente los de origen marroquí, llevó días.

La ciudad vivió escenas de dolor y luto, y se realizaron entierros masivos. Los familiares, destrozados, esperaron durante horas para dar sepultura a sus seres queridos. Melilla se volcó en muestras de apoyo, y un acto ecuménico reunió a la comunidad en duelo.

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Elsa Almendros

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