La U.D. Melilla presentó este miércoles a Víctor Manuel Basadre Orozco como su nuevo entrenador hasta final de temporada, que llega con el claro objetivo de intentar alcanzar la permanencia. El técnico gallego, de 53 años, se convierte así en el tercer preparador del Melilla en lo que va de temporada tras los ceses de Miguel Rivera y Juan Sabas, «por los malos resultados», en la novena y la vigesimosexta jornadas, respectivamente.
Luis Manuel Rincón, presidente de la U.D. Melilla, deseó “mucha suerte” al nuevo técnico del conjunto melillense, al tiempo que destacó la trayectoria y experiencia de Basadre. “Es un míster con una experiencia dilatadísima y su último equipo ha sido la Balompédica Linense, con el que firmó la pasada temporada en una situación similar a la nuestra y casi logró el objetivo de mantener la permanencia”.
“Le agradezco que acepte el reto que asume y en el club vamos a ayudarle para que entre todos podamos conseguir el objetivo, que sabemos que es complicado, pero con ilusión y trabajo estaremos cerca de conseguirlo”, subrayó el máximo dirigente de la Unión Deportiva.
Por su parte, Víctor Basadre es consciente que la misión con la que llega es bastante complicada. “Vengo a un club que ya ha tenido dos entrenadores esta temporada y lógicamente las cosas no han ido como se esperaba, ya que las expectativas no se han ido cumpliendo, lo cual entraña una dificultad añadida”, aunque aseguró que “he vivido experiencias similares a estas y eso de algún modo me va a permitir analizar las cosas en el momento inmediato en esta semana para podar sumar y aportar”.
Precisamente, sobre la experiencia que vivió la pasada temporada en la Real Balompédica Linense dijo que tiene similitudes, pero también con matices importantes. “Cuando llegué a la Balona, la situación era complicada, pues el margen de maniobra en el tiempo era menor porque quedaban tan solo siete jornadas, y el funcionamiento de ese grupo era distinto, aunque en ningún caso se puede extrapolar. Las circunstancias hacían pensar que era muy difícil y casi imposible porque las cuentas no salían, e incluso en las primeras jornadas las circunstancias apuntaban a que iba a ser peor, pero realmente las cuentas había que echarlas al final, que es cuando salen”.
“La diferencia a la que quedamos de un gol pudo mantenernos a nosotros en la categoría y que bajara el Ceuta. En esos aspectos, debemos ser conscientes de la dificultad de la situación, pero sin estar echando demasiadas cuentas, sino trabajar minuto a minuto y día a día, competir, hacerlo lo mejor posible, sacar lo mejor de todos nosotros y a partir de ahí las cuentan van a ir saliendo solas”, resaltó el nuevo entrenador del Melilla.
Además, Basadre se mostró convencido de conseguir el objetivo de la permanencia. “Por supuesto, si no fuera posible no estaría aquí, aunque he tenido incluso algunas opciones en el extranjero, pero personalmente me muevo mucho por las cuestiones deportivas. Mi anhelo y mi ambición, desde que empecé, siendo muy crio, es el fútbol, me encanta, afortunadamente no tengo tanta necesidad económica para tener que ir a cualquier sitio y de cualquier manera, lo cual me facilita que lo deportivo me atraiga siempre”.
“Es un reto muy grande, ya que la Primera Federación es una categoría preciosa, tremendamente atractiva para cualquier futbolista y entrenador, y estoy convencido que se puede obtener el resultado final de la permanencia, que es sin duda lo que me ha atraído para venir a Melilla”, subrayó.
Basadre sabe cómo es su nuevo equipo y sostiene que ha ganado en competitividad conforme ha avanzado la temporada. “El mercado de invierno ha cambiado mucho la cara del equipo en muchos aspectos, aunque la renta negativa ha sido un lastre que pesa mucho, pues hace pensar que todo se acaba mañana y que el siguiente partido es el definitivo, pero es un equipo que ha sido competitivo en muchos momentos de la temporada, y si somos capaces de competir al máximo, en los doce encuentros que quedan, se puede aspirar a la permanencia”.
Por otro lado, en cuanto a su estilo de juego fue claro. “Cuando un entrenador llega a un club y tiene la oportunidad de hacer las cosas desde el principio puede aportar más a nivel personal y plantear si trabajas con la dirección deportiva y de sus decisiones, pero yo soy entrenador de fútbol y el ejemplo es que entreno a todo tipo de equipo porque quiero aportar, pero no voy a plantear si soy de una manera u otra cuando quedan doce jornadas por delante”.
En este sentido, sostiene que su idea como técnico “es la de sacar rendimiento y rentabilidad al grupo, pero evidentemente el carácter, el matiz o la esencia la tengo, e intentaré que esa esencia aporte, pero en estos momentos el que tiene que atarse al noventa por ciento al grupo soy yo”.
Basadre sabe cómo es su nuevo equipo y sostiene que ha ganado en competitividad conforme ha avanzado la temporada. “El mercado de invierno ha cambiado mucho la cara del equipo en muchos aspectos, aunque la renta negativa ha sido un lastre que pesa mucho, pues hace pensar que todo se acaba mañana y que el siguiente partido es el definitivo, pero es un equipo que ha sido competitivo en muchos momentos de la temporada, y si somos capaces de competir al máximo, en los doce encuentros que quedan, se puede aspirar a la permanencia”.
Por otro lado, en cuanto a su estilo de juego fue claro. “Cuando un entrenador llega a un club y tiene la oportunidad de hacer las cosas desde el principio puede aportar más a nivel personal y plantear si trabajas con la dirección deportiva y de sus decisiones, pero yo soy entrenador de fútbol y el ejemplo es que entreno a todo tipo de equipo porque quiero aportar, pero no voy a plantear si soy de una manera u otra cuando quedan doce jornadas por delante”.
A este respecto, sostiene que su idea como técnico “es la de sacar rendimiento y rentabilidad al grupo, pero evidentemente el carácter, el matiz o la esencia la tengo, e intentaré que esa esencia aporte, pero en estos momentos el que tiene que atarse al noventa por ciento al grupo soy yo”, concluyó.
