El cabeza de lista de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en las elecciones europeas, Francisco Sosa Wagner, propuso ayer la creación en Melilla y Ceuta de sendas delegaciones de Frontex, la oficina de control de las fronteras exteriores de la Unión Europea, ante el problema de la inmigración clandestina que sufren ambas ciudades. Sosa Wagner, que viajó ayer a Melilla para apoyar a su partido en la campaña electoral, dijo que la creación de las oficinas de Frontex en las dos ciudades autónomas sería muy interesante no ya solo por el mayor control de las fronteras que posibilitaría, sino por el “valor simbólico” que supondría para sus respectivas poblaciones.
En rueda de prensa, Sosa Wagner subrayó que la presencia de Frontex en Ceuta y Melilla supondría que en ambas ciudades hubiera una institución de la UE, lo que permitiría reforzar el convencimiento de los ceutíes y melillenses de su pertenencia a Europa.
Asimismo, abogó por incrementar los fondos europeos que reciben Melilla y Ceuta para “crear unas fronteras dignas, cosa que no existe en la actualidad”, aunque puntualizó que esos fondos no deberían ser gestionados por el Gobierno, sino directamente por ambas ciudades.
Sosa Wagner dejó claro que el problema de la inmigración no resulta sencillo y requiere “aproximarse de una manera muy humilde” para buscar una solución, que pasa por “conjugar tres verbos, que son ordenar, organizar e integrar”.
Con el verbo ordenar, se refiere a que la UE debería elaborar una legislación que asuma la Unión Europea en sus instituciones para definir los grandes asuntos relacionados con la gestión de sus controles fronterizos, como son impulsar una política común de visados y de lucha contra la falsificación de estos documentos, delito muy habitual en las mafias.
En cuanto a organizar, dijo que las instituciones europeas deben llegar a acuerdos con los países de origen de la inmigración clandestina para controlar la producción de los flujos migratorios, una labor de la que reconoció su dificultad, pero que es necesaria para “dar un golpe a la actividad delictiva de las mafias” que trafican con seres humanos.
Sobre el último verbo, integrar, subrayó que “quienes vienen aquí han de respetar las leyes y la Carta de Derechos Fundamentales de la UE”, en las que se establece la necesidad de aprender la lengua, en este caso el español, ya que “es la única manera de que no se formen guetos, que son malos para la sociedad y para quienes los integran”.
“Lo que no hagamos los demócratas por acoger e integrar a los inmigrantes lo harán los xenófobos por expulsarles”, advirtió el cabeza de lista de UPyD, en cuya opinión las hipotéticas devoluciones en caliente de inmigrantes en la frontera de Melilla “son ilegales desde el punto de vista del derecho comunitario y no se pueden permitir”.
