Unión, Progreso y Democracia (UPyD) denunció ayer que Melilla puede esperar “poca solidaridad del exterior” ante el grave problema de la inmigración, ya que además de no haber recibido aún los fondos que el Gobierno central ha reclamado a Europa, el resto de ciudades españolas están poniendo trabas en el traslado de inmigrantes a sus Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y centros de acogida gestionados por ONG. Hay que recordar que en sus últimas comparecencias, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, reconoció que los traslados están siendo lentos porque van en función de la “disponibilidad” que hay en dichos centros. El coordinador territorial de UPyD en Melilla, Emilio Guerra, aseguró ayer en rueda de prensa que en realidad las provincias españolas a las que se traslada a los inmigrantes “están poniendo trabas” y por eso no se está cumpliendo con “la solución del Gobierno” para aliviar la presión asistencial del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), ya que la salida de grupos hacia la península que se ha dado desde que se anunció la agilización el 18 de marzo está siendo “insuficiente”.
“Las ciudades de destino nos dicen 'cómanse el marrón en Melilla'”, denunció Emilio Guerra para poner de manifiesto esa “poca solidaridad” que nuestra ciudad está encontrando del exterior, a pesar de tratarse de un problema común de España y el resto de Europa. Por ello, consideró que en Melilla “debemos empezar a solucionar los problemas por nosotros mismos”, dado el “práctico hacinamiento” del CETI, donde viven más de 1.900 inmigrantes pese a que su capacidad máxima es de 480 plazas.
En este sentido, Guerra aseveró que el Gobierno central, “en connivencia” con la Ciudad Autónoma, terminará “claudicando” y habilitará un segundo CETI “por mucho que ahora lo quieran esconder y negar”, después de que los vecinos del antiguo cuartel de Pajares se concentraran hace varias semanas para oponerse.
El dirigente upedista argumentó su teoría al afirmar que el CETI está configurado para acoger a subsaharianos jóvenes y varones, pero ahora hay familias completas que proceden de Siria, fundamentalmente, en las que hay mujeres y niños. Todo ello está provocando que la convivencia en el centro sea “muy conflictiva” y “con pocas posibilidades de seguir allí”, tal y como corroboran los propios trabajadores.
Según Emilio Guerra, el PP está “arbitrando perfectamente los tiempos para que pasen las elecciones” porque “sabe el enorme coste electoral que les puede suponer” este problema. “La inacción del Gobierno y su falta de respuesta puede inducirnos a pensar que no tiene ningún plan, pero lo tiene estructurado a través de la política de hechos consumados, a base de mentir a los ciudadanos, con eufemismos y triquiñuelas”, afirmó Guerra, visiblemente molesto por el hecho de que ahora el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, haya mostrado su intención de blindar la actuación de la Guardia Civil, a pesar de que hace unos meses “negaba que hubiera que repasar la legislación vigente cuando en UPyD llevamos tiempo advirtiendo de ello”.
